El vicepresidente de la Central Lanera Urguaya (CLU), Alejandro Nin manifestó que el mercado lanero en lo que va de esta zafra se ha presentado errático y volátil, aguardándose que para el segundo semestre del año, ante una insinuación de recuperación de los principales mercados,
logre consolidarse.
Explicó que si bien aún no hay indicadores muy sólidos de crecimiento de las principales economías del mundo como Estados Unidos que comenzó a recuperarse a partir del último trimestre de 2003 y un crecimiento magro de Europa y Japón, “las noticias indican que para el segundo semestre de este año, podría consolidarse el mercado, más el aporte de China”.
El directivo de CLU sostuvo que la volatividad de los precios en el plano internacional con oscilaciones de más menos 10%, se vió reflejado en el mercado interno con una banda de precios que se ubicó en el entorno del 20%. Agregó que en el caso de las lanas Corriedale, “si se toma como promedio de U$S 2,40 el kilo, el piso fue U$S 2,20 y un valor máximo de 2,65 dólares, y muy puntualmente, U$S 2,70 el kilo”.
Señaló que algo similar sucedió con otras razas, no obstante lo cual, el mercado funcionó con precios compensatorios con un poder de compra muy superior al de años pasados.
Nin afirmó que esta situación muestra un panorama auspicioso para los productores laneros, en un marco interno donde se lanza el proyecto de Promoción Ovina. “El mismo encuentra al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca junto a muchas instituciones, operadores y exportadores laneros actuando en conjunto”.
Para el integrante de CLU es un mecanismo novedoso e inteligente que apunta a dos componentes básicos; la retención de vientres con un adecuado financiamiento con un costo razonable y por otro lado, la incorporación de tecnología de bajo costo, con productores vocacionales.
“Hemos palpado un interés notorio por parte de los productores, con una actitud muy proclive a cuidar más las ovejas en pleno período de encarnerada, interés por la adquisición de carneros y renovación de la genética”, sostuvo.

EL FUTURO

Sobre el panorama de futuro, dijo que depende de los productores, técnicos y complejo textil lanero en su conjunto y redundará en una mejor gestión comercial, que en esta zafra se viene cumpliendo.
Consultado si este panorama detendrá la caída del stock lanar y sea el comienzo de la recuperación de la majada nacional, expresó que “los elementos están arriba de la mesa”.
Acotó que tanto la lana como la carne ovina no están solos en el mercado, estando su precio acotado por la competencia; ya sea por el algodón y el acrílico entre otros, y la carne ovina, por sucedáneos como la carne vacuna, de pollo o de cerdo.
”El margen mayor está dado por una eficiencia mejor de toda la cadena textil, y esto arranca del productor; hay cosas que los productores debemos hacer mejor, también los operadores, los industriales y comerciantes”, subrayó.
Con respecto a la posible incidencia en los precios de la lana, al anunciarse que Australia tendrá un crecimiento en su producción del 4% el próximo año, indicó que es difícil porque tendrá una incidencia muy baja al pasar la producción de dicho país de 430 a 470 millones de kilos.
Acotó que a ello debe agregarse el “stock paralelo” que se encuentra en manos de productores y operadores es de 140 millones de kilos, pero no debe de perderse de vista que en el mundo hay un 40% menos de lana que hace una década”.
Finalizó diciendo que el mercado viene buscando un nuevo equilibrio de precios, producción, productos y procesos. “Ha habido un proceso de reestructuración muy fuerte en los productores, los lavaderos, las peinadurías, y hoy les está tocando a las hilanderías y tejedurías de Europa que han quedado con costos prohibitivos. Esto marca que los flujos de comercio son distintos a los de hace tan solo 5 años atrás. En definitiva, más que de la oferta de lana que no crecerá en forma abultada porque es un proceso productivo, depende de la habilidad de toda la cadena para competir contra otras cadenas textiles”, concluyó.