Un crecimiento a ritmos elevados no necesariamente sea motivo de festejo. En el Ministerio de Economía ya se maneja el dato de que el país se expandió en el primer trimestre del año a más del 10% respecto del mismo período de 2003. La cifra apenas resulta inferior al 11,3% de alza del último trimestre del año pasado.
El indicador, no obstante, inquieta. No preocupa el hecho de que los acreedores pidan más en la negociación ante el mejor desempeño de la Argentina. Al contrario, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, apuesta a atraerlos mediante la oferta de bonos cuyo rendimiento esté atado al crecimiento.
El problema radica en que la economía se aceleró tanto que está enfrentándose a cuellos de botella antes de lo pensado. Si la reactivación hubiese sido más moderada, la falta de infraestructura energética y la consiguiente escasez de gas y electricidad se hubiesen notado más adelante. Así se hubiera contado con más tiempo para que maduraran inversiones en esos sectores, según especulan funcionarios de Economía.
Lavagna siempre había pregonado la necesidad de crecer en forma sostenida, sin los grandes saltos del pasado, que antecedieron a profundas crisis. Fuentes de Economía advierten, sin embargo, que se aceleró demasiado el crecimiento mediante una política monetaria expansiva, que también depreció el tipo de cambio. La crítica apunta a la política del Banco Central, que conduce Alfonso Prat-Gay.
El planteo que recorre el Palacio de Hacienda es el siguiente: si la demanda crece tan rápido y la oferta se enfrenta a cuellos de botella energéticos y no puede satisfacerla, los precios de los productos comenzarán a subir. Se teme que ese proceso haya comenzado en la última quincena del mes pasado.
Dado que el Banco Central pretende cumplir con su anuncio de 4% de inflación para este año, deberá contraer la expansión monetaria para cumplir con ese objetivo y esto apreciaría el peso, según apuntan en Economía.
El Banco Central, sin embargo, compró anteayer US$ 45 millones, el mayor nivel de los últimos ocho meses, ante la caída del dólar a $ 2,83. Otra muestra de que el BCRA mantiene la política expansiva radica en las constantes bajas de los tipos de interés de las Lebac.
En Economía destacan que el incremento de la inversión interna bruta fija del primer cuatrimestre del año fue casi tan alta como el 48,8% del último cuatrimestre de 2003. Sólo con inversión se evitará los cuellos de botella y la inflación.


