El gremio que nuclea a los trabajadores del Senasa denunció que la
precarización laboral en el organismo sanitario pone en peligro las
exportaciones del sector agropecuario y denunció que esta situación provocó en
el pasado situaciones conflictivas con las misiones europeas que llegan
habitualmente al país para auditar al sector frigorífico.
Carlos Freichi, delegado de ATE-Rosario del Senasa, reveló ayer en
declaraciones a LT8, que hubo casos en que frigoríficos locales intentaron
engañar a los auditores europeos "vistiendo" a sus propios empleados como
inspectores del organismo sanitario.
"Los inspectores del Senasa usan cascos verdes para diferenciarse del
personal de planta, que lleva cascos blancos. Al llegar la visita de los agentes
comunitarios algunos frigoríficos daban a parte de su personal cascos verdes
para hacerlos pasar por personal oficial del Senasa", explicó Freichi luego a La
Capital.
Explicó que la Comunidad Europea exige que los controles de sanidad sean
ejercidos por el Estado, con personal efectivo, pero al no haber agentes
suficientes, las formas en los establecimientos de faena se cubrían con una
versión cárnica del "diputrucho".
En una ocasión, explicó, los europeos se percataron de la maniobra porque los
agentes comunitarios pidieron credenciales al frigorífico, que acreditaban
cuanto personal del Senasa estaba en la planta, y el conteo de los cascos no
coincidía con el número de credenciales.
"Estas cuestiones reafirman que la jerarquización laboral de los empleados
del Senasa es importante no sólo para los trabajadores sino para continuar con
las exportaciones", señalaron en el gremio.
Estas cuestiones salen a la luz ante el paro que el lunes inician empleados
del Senasa en todo el país, a fin de lograr que Economía, de quien depende el
organismo, encuadre a más de 1.300 empleados dentro del régimen de empleado
publico y dejen de revistar como contratados.
"Esta idea del contrato y la sustitución de personal efectivo por otro tipo
de institución como fundaciones o consultoras, viene de la gestión de Bernardo
Cané, que quería todo privado" apunta Freichi.
Entre los problemas inmediatos señalan que los nuevos empleados no recibirán
la capacitación adecuada y esto "pone en riesgo las exportaciones".
Precisamente, a fin de mes, la Argentina recibirá una misión de auditores de
europeos, que entre otras cosas deberán decidir qué frigoríficos seguirán
habilitados para exportar a ese mercado.
"Si se quiere desprestigiar el organismo no lo sé, lo que puedo decir es que el director de Fiscalización, Carlos Kohen Arazzi, nos explicó que él está para tapar agujeros", explicó el sindicalista.


