Como para que no queden dudas sobre la enorme distancia que separa a Carlos Reutemann del gobierno nacional, al menos en el tema de las retenciones móviles, el senador por Santa Fe presentó ayer su propio proyecto.

Junto a Roxana Latorre, propone un esquema de retenciones móviles, con una escala creciente que va del 23,5 a 40 por ciento según evolucione el precio de la soja entre 200 y 800 dólares (actualmente está cerca de 600, lo que implicaría una retención de 36 por ciento). Un esquema totalmente distinto al que votó Diputados.

Además, Reutemann-Latorre proponen un esquema protectivo especial para productores chicos y medianos. Pergeñan devolver —no en el concepto de compensaciones como plantea el proyecto oficial, sino descontando del impuesto a las ganancias— los siguientes porcentajes: lo que exceda del 22 por ciento, para los productores de hasta 500 toneladas, del 27 por ciento (hasta 1.000 toneladas) y del 30 por ciento para productores de hasta 1.500 toneladas.

Pero eso no es todo, los senadores justicialistas santafesinos proponen además que el Estado se haga cargo del 70 por ciento de los gastos de los productores en fertilizantes, también como desgravación en el impuesto a las ganancias. Y que el IVA en semillas, herbicidas, insecticidas, fungicidas e inoculantes baje al 10,5 por ciento.

El pliego de los santafesinos pide, finalmente, la derogación lisa y llana del artículo 755 del Código Aduanero, que faculta al Ejecutivo nacional a cobrar derechos de exportación.

Como se hace evidente, de aplicarse, la propuesta de Reutemann cambiaría sustancialmente el núcleo principal de la resolución 125, ahora tramitada como ley del Congreso. Incluso, desde la perspectiva de los productores, lo que propone Lole mejora y mucho la situación de carga impositiva que tenían al momento del inicio del conflicto, allá por el 10 de marzo, cuando a todos los productores por igual se les aplicaba una retención del 35 por ciento.

Efecto dominó. En el caso de la derogación del artículo 755 del Código Aduanero, otra vez, toda la fundamentación del proyecto votado en Diputados, caería. Incluso con influencias en otras áreas de la economía, como en la minería, donde desde 2008 el gobierno comenzó a aplicar retenciones a las exportaciones de entre un 5 y un 10 por ciento, aferrándose al mismo principio legal del Código Aduanero.

En Diputados, la semana anterior, el oficialismo sufrió la migración de unos 15 votos de cuño justicialista —y socios radicales K—, liderados por el ex gobernador Felipe Solá.

Ese grupo de diputados se sintió referenciado en el proyecto alternativo de Solá, que si bien no llegó a converger con el oficial, nunca estuvo a una distancia conceptual y numérica tan importante como el que ayer presentaron los senadores Reutemann y Latorre.

Restan casi tres días —o tal vez más— para que el dictamen de mayoría de las comisiones salga a la luz y baje al recinto. Es mucho tiempo y muchas alternativas pueden suceder. Sin embargo, a la fecha, ningún elemento hace pensar en otro final que no sea una votación dividida, a suerte y verdad de lo que cada postura logre juntar.