Bajar la escala de retenciones móviles por vía directa o indirecta es una de las variantes que comenzó a bosquejar en las últimas horas la cúpula kirchnerista en el Congreso para encontrarle una salida al conflicto con el campo.
De ese modo, en lugar de avanzar con la aprobación sin cambios del proyecto enviado por el Poder Ejecutivo a la Cámara de Diputados, como era la intención inicial, el bloque oficialista acepta analizar su reformulación.
Las presiones del puñado de diputados propios y aliados que discrepan con el monto de las retenciones fijado por el Gobierno llevaron a una zona de riesgo la obtención de la mayoría de 129 votos necesarios para garantizar la aprobación del proyecto. Y provocaron la revisión de la estrategia oficial. Al punto que los K no descartan ahora acordar un texto común -o un paquete de medidas- con la oposición.
El mayor desafío que afronta el jefe de la bancada K, Agustín Rossi, es evitar que un retoque al proyecto oficial sea considerado como una derrota para la presidenta Cristina Kirchner. Por eso es más proclive a ratificar el decreto y corregir sus efectos mediante leyes adicionales.
Cobraron fuerza dos ideas que manejan varios legisladores díscolos del kirchnerismo. Una de ellas consiste en modificar la escala de retenciones móviles, colocando como techo el 40 por ciento. Ahora está en el 52,7 %. Otra vía sería la de mantener el decreto presidencial en pie, adosándole leyes complementarias que compensen automáticamente el impacto de los aranceles fijados por el Gobierno para favorecer a pequeños y medianos productores. En ese caso, se modificaría el sistema de compensaciones que ya anunció el Gobierno y que fue rechazado por el sector rural.
El tema más complejo para acordar se relaciona con la reducción de las alícuotas de las retenciones, que pasaron de un fijo de 35 % a una escala móvil a partir del decreto del 11 de marzo que disparó el conflicto. La propuesta que parecía aproximar a oficialistas incondicionales y críticos, así como a sectores de la oposición sería la de mantener la movilidad, aunque con un máximo del 40%, al menos mientras el valor internacional de la soja se mantenga en torno a los valores actuales. Ayer el valor de la tonelada cerró a 548 dólares y el nivel de retención que le correspondió fue de 46,3%. El Congreso se reservaría la opción de subir el techo en caso de que el valor del grano se dispare.
Esas serán algunas de las propuestas que comenzarán a discutirse pasado mañana en el plenario de las comisiones de Agricultura y Ganadería y de Presupuesto y Hacienda. La primera reunión -podrían mantenerse sesiones continuas hasta el viernes- comenzará a las 16 y los presidentes de las cuatro entidades rurales en conflicto fueron invitados para las 18.
Kirchneristas santafesinos (entre ellos el ex gobernador Jorge Obeid), entrerrianos, cordobeses y salteños son los más activos en pedir modificaciones. Los titulares de las dos Comisiones donde se abrirá el debate, el cordobés Alberto Cantero (de Agricultura) y el santafesino Walter Agosto (de Presupuesto) son los encargados de darle forma. En sus despachos sobrevuelan tablas aritméticas y alquimias varias.


