Los productores soyeros de Santa Cruz ya están resignados a que deberán convivir con el hongo denominado roya, es por ello que hasta el momento ya gastaron más de $us 4,5 millones para controlar, pero no eliminar. Se calcula un gasto de $us 20 por 226.000 hectáreas en la campaña de invierno con unas aplicaciones de fungicidas.
La roya ingresó a Santa Cruz para quedarse porque es un hongo difícil de eliminar y la única esperanza es que se trata de una enfermedad controlable, indicó el gerente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo).
La mala experiencia vivida el año pasado, cuando el hongo infectó 300.000 hectáreas de la campaña de verano 2003-2004, hizo que en la campaña de invierno 2004 se tomen previsiones y ahora los cultivos son fumigados en diferentes fases.
En este momento, hay incidencia de la presencia del hongo, pero debido al estado vegetativo todavía es temprano, lo que posibilita que el agricultor pueda controlar la plaga, es decir, que a la fecha no hay daños.
Por su parte, el presidente de Anapo, Carlos Rojas, dijo que la anterior campaña agrícola fue una ‘lección’ y por ello ahora aplican hasta dos veces los fungicidas. El productor destacó que ya tienen los productos adecuados para hacer frente al hongo Phakospora Pachyrhizi porque se tomó conciencia de la gravedad de esta enfermedad. “La roya tiene una cura, pero ahora debemos saber cómo controlarla para que podamos tener buenos rendimientos”.
La presencia en Latinoamérica de este patógeno se produjo en el año 2001, más propiamente en Paraguay, país que ahora tiene el 100% de sus plantaciones infectadas con roya. El hongo se propaga por la dispersión de sus esporas transportadas por el viento, lo que le posibilita recorrer largas distancias y provocar epidemias. Posteriormente se reportó en Argentina y Brasil

Toda el área cultivada en Santa Cruz está infectada

En la campaña de invierno 2004 los técnicos de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) constató que todos los cultivos de soya en Santa Cruz tienen roya, según el gerente general, Rolando Zabala.
El hongo tiene potencial para dañar hasta el 70% del cultivo, aunque según los reportes de los técnicos, existen plantas que presentan diferentes porcentajes de contagio, que van desde un 5 hasta un 30%.
Los productores están buscando nuevos mecanismos de control como el uso de variedades resistentes (al momento no cuentan con este tipo de material), pero se hacen investigaciones a nivel local e internacional.
Obviamente, una solución a la plaga sería el cambio de cultivo, pero ahora es difícil hacerlo porque la soya es uno de los principales productos de exportación.