La cotización del dólar podría caer 10 centavos más, según estimaron ayer economistas, operadores y analistas consultados por LA NACION, a menos que el Gobierno decida aplicar una política de compras más agresiva para sostener su valor. Los especialistas esperan, además, que la tendencia bajista sólo comience a revertirse a partir de julio y sostienen que, si no hubiera intervención oficial, el precio encontraría un nuevo equilibrio en la zona que va de 2,40 a 2,50 pesos.

El pronóstico de los analistas más cercanos al mercado difiere del que recaba periódicamente el Banco Central (BCRA) en su relevamiento de expectativas. Se encuentra más próximo a los que manejan los que hacen apuestas a futuro con la cotización y, por lo mismo, arriesgan dinero en ellas..

Según la encuesta oficial, el precio del dólar a fines de mes se ubicará en $ 2,85, a fines de mayo bajará a $ 2,83 y a fines de año estará en $ 2,97, es decir, más cerca de las pretensiones oficiales. Pero los valores que se pactan tanto en el Rofex como en la Bolsa porteña por medio del índice dólar (Indol) se ubican por debajo de esas estimaciones y más en línea con las que pudo medir ayer LA NACION. Por ejemplo, los contratos realizados ayer en Rosario y Buenos Aires con vencimiento a fines de mes se pactaron a $ 2,814, y los precios informados por el Rofex a fines de mayo y el último día de 2004 fueron de $ 2,815 y 2,986, respectivamente.

Lo de ayer y lo que viene

Ayer, el precio al público se mantuvo por tercer día consecutivo en $ 2,83 y algo más firme, pero sólo por la acción coordinada que desplegaron el BCRA y el Banco Nación que se alzaron otra vez con US$ 55 millones (US$ 45 millones y 10 millones, respectivamente) como habían hecho la jornada anterior y las liquidaciones de los exportadores cerealeros (el único sector que informa saldos a diario) cayeron hasta US$ 47,3 millones, el menor monto de ventas desde el 29 de marzo pasado.

A la hora de los diagnósticos, los consultados coincidieron en evaluar que la actual situación cambiaria es el resultado de una sobreoferta de divisas que imaginan constante por entre dos y tres meses más "por las liquidaciones del sector agrícola, el ingreso de capitales previsto para pagar el impuesto a las ganancias y una corriente de compra de bonos indexados", dijo Javier Alvaredo, economista de la consultora Macroeconomía.

Gloria Sorensen, del departamento de Research del Banco Francés, coincide, entre otras cosas, en que "la soja tendrá este año precios un 27% más altos que en 2003", apunta. Por eso, en el banco ven un dólar en $ 2,80 para junio.

El economista Miguel Bein, que cree que la cotización podría retroceder hasta $ 2,70, aporta un dato para dimensionar el margen con el que operan las autoridades. "Hoy el BCRA va a absorber unos $ 170 millones por la mayor colocación de letras y notas con lo que contrajo la base monetaria. Pero, pese a su esfuerzo, sólo ganó espacio para un día y medio de intervención en el mercado cambiario al nivel que lo hace hoy", señala.

El consultor Eduardo Blasco, de la firma Maxinver, cree que la posibilidad de que la caída del dólar sea mayor (aunque prefirió hablar de una revalorización del peso) "es alta". Pero no arriesga cifras. Rafael Ber, de la consultora Argentine Research, cree que el piso de la cotización en las condiciones actuales podría ubicarse en $ 2,75, como parte de la tendencia "lateral-bajista del mercado". En el mismo nivel de $ 2,75 lo ve su par Fabio Spotorno, de Delphos Investment.

El único de los consultados que no espera una baja mayor del dólar es Alfredo Piano, titular del banco homónimo. "Si lo dejaran caer más tendrían que retocar las retenciones, y no creo que estén pensando en eso", sostuvo.

Por Javier Blanco - De la Redacción de LA NACION