El buen ritmo con que se venía desarrollando la cosecha de soja en distintas regiones de la Argentina comenzó a verse amenazado por un paro de unos 15.000 camioneros de Santa Fe, por piquetes de transportistas en el sur de Córdoba y por la escasez de cosechadoras para levantar la producción en otras zonas, como el sudeste bonaerense.
Ayer, y luego de esperar que el gobernador de Santa Fe, Jorge Obeid, estableciera mediante un decreto una tarifa orientativa para los fletes y una regulación para la distribución de cargas durante el año, los camioneros agrupados en Transportistas Rurales Argentinos (TRA) se lanzaron a un paro por tiempo indeterminado que pone en serio riesgo el traslado de la cosecha hacia los puertos y las plantas procesadoras de soja ubicadas en el sur de esta provincia.
La medida que llevan adelante los transportistas de Santa Fe, con concentraciones a la vera de las rutas sin impedir el tránsito vehicular, comprende piquetes instalados en diversas zonas, como San Genaro Norte, Monje, San Jorge, Carlos Pellegrini, Gálvez, Roldán, Pujato, Bustinza, Peyrano, Chabás, Santa Teresa, Chapuy, Firmat, Murphy, Venado Tuerto, Rufino y San Guillermo.
Mientras tanto, y a pesar de que la semana pasada se llegó a un acuerdo para subir de 40 a 52,75 pesos por tonelada la tarifa para los viajes de 450 kilómetros, según una tabla de valores sugerida mediante decreto por el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, un grupo de camioneros apostados sobre las rutas cercanas a las localidades de Corral de Bustos, Arias y Río Cuarto, y que no responden a ninguna de las entidades provinciales de transportistas, decidió ayer continuar su protesta en reclamo de la aplicación del precio "lleno" (58 pesos) sugerido en el decreto de De la Sota.
En el acuerdo que lograron sellar la semana anterior la industria aceitera local, los acopiadores, las cooperativas y los transportistas, después de medidas de fuerza que afectaron al norte de la provincia con concentraciones de camiones en Jesús María y Río Primero, se había establecido que a la tabla de valores de referencias se le haría un descuento del 10% para los viajes hasta los puertos ubicados sobre el Río Paraná.
Sin rentabilidad
En Santa Fe, con la protesta de los 15.000 camioneros se comenzó ayer a observar una disminución del transporte de soja hacia los puertos de embarques situados entre Puerto San Martín y General Lagos, donde se concentra el complejo de fábricas que procesa el 70% de la oleaginosa que produce la Argentina. Según informó la Bolsa de Comercio de Rosario, ayer ingresaron en los puertos y fábricas del Gran Rosario 2313 camiones, un 37% de la cantidad de vehículos que lo hizo el martes pasado.
A la hora de justificar la medida de fuerza, Carlos di Nunzio, directivo de TRA, señaló: "Nuestra actividad hoy no es rentable. Además, estamos trabajando a pérdida y sólo dos meses al año".
"El productor paga a puerto al acopiador $ 7,38 hasta los 60 kilómetros. Pero, en la práctica, los transportistas reciben hasta un 30% menos, que queda para las multinacionales, los gerentes de las cooperativas y el acopio", agregó Di Nunzio.
Pocas máquinas
Además de los trastornos por el paro de camiones en Santa Fe y en determinadas localidades del sur de Córdoba, en el sudeste bonaerense, una región donde la siembra de soja registró un fuerte crecimiento en esta campaña, la falta de cosechadoras amenaza la recolección de muchos lotes que esperan la llegada de las máquinas en Azul, Balcarce, Benito Juárez y Tandil, entre otras zonas.
"No hay cosechadoras disponibles y la capacidad de trabajo de las que están en los campos se encuentra muy limitada", dijo Guillermo Cavalleri, coordinador técnico de Siembras Asociadas-Ceres Tolvas, una empresa que maneja 18.000 hectáreas en varios partidos del Sudeste.
Según comentó el técnico, el mayor problema podría presentarse en los
próximos 20 días, cuando estén listos los lotes de soja sembrados más tarde
(soja de segunda) y se acumularían los de los cultivos que ahora aguardan las
máquinas. En tanto, para Claudio Ersinger, productor de la zona, las
cosechadoras que en algún momento puedan llegar de otras zonas lo van a hacer
muy tarde.
Informes de Fernando Bertello y de las corresponsalías en Santa Fe y en Córdoba.
Protesta en el Senasa
Los trabajadores del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) iniciaron ayer una medida de fuerza en todo el país que afecta las exportaciones de carnes, pescados y pollos. La protesta es por el cambio en las condiciones de contratación de unos 1500 empleados del organismo sanitario dispuesto por el Ministerio de Economía, según informó la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
"En principio la protesta era por 24 horas, pero como no recibimos ninguna respuesta estamos analizando extenderlo", dijo ayer el delegado general de ATE en el Senasa, Rodrigo Ravetti, durante una manifestación en el hall del aeropuerto de Ezeiza.
"Los países compradores de productos argentinos exigen que las inspecciones sean realizadas por personal acreditado en el Estado y ahora sólo seríamos prestadores de servicios, con lo cual no se da las garantías suficientes", agregó el representante gremial.
En el Senasa se informó a LA NACION que las autoridades del organismo no iban a realizar declaraciones sobre el conflicto.
Entre otras funciones, el Senasa es el ente responsable de certificar exportaciones por 15.000 millones de dólares anuales.


