A último momento, con una presión en ascenso por parte de los sectores productivos bonaerenses, que rechazaron las alzas de impuestos incluidas en la reforma fiscal, paralizaron actividades y prepararon marchas hacia La Plata, el gobernador Daniel Scioli se mostró propenso a introducir modificaciones en algunos de los apartados del proyecto de ley, que puede ser sancionado mañana por la Legislatura y por el cual espera recaudar más de $ 1.100 millones extra por año.
En eso trabajan varios de sus ministros, que hoy recibirán a referentes de distintos sectores de la economía bonaerense, y el bloque de senadores provinciales oficialistas, que esta tarde tiene previsto recibir a un grupo de ruralistas. El repudio a la reforma estuvo motorizado por el campo y la actividad portuaria, sobre todo porque el paquete, que incluye alzas en el impuesto a las Patentes y la recreación de un gravamen a la herencia, plantea subas en el Inmobiliario Rural y sus Mejoras, mayores Ingresos Brutos para la actividad y un canon para la carga y descarga en las terminales portuarias de la provincia.
Ayer, en medio de una cerrada defensa a su reforma fiscal, Scioli remarcó que su administración “actúa con racionalidad y sentido común” y enfatizó que está “abierto siempre a propuestas superadoras”.
En ese marco, la Unión Industrial de la provincia (Uipba) expuso en un comunicado que su presidente, Osvaldo Rial, mantuvo un encuentro con Scioli, en el cual se analizaron alternativas para mejorar el proyecto de ley a fin de dotarla “de mayor equidad y evitar que se aumente la carga tributaria sobre los sectores productivos”.
Uno de los puntos más conflictivos de la iniciativa gira en torno al canon portuario de $ 6 por tonelada exportada y $ 18 por la misma cantidad importada. Eso generó la paralización de varios puertos y amenazas de los sindicatos de la actividad acerca de marchas hacia la Gobernación.
Con el guiño de Scioli de buscar “propuestas superadoras”, el ministro de Producción provincial, Martín Ferré, agendó para las 15 un encuentro con las concesionarias y autoridades de los puertos bonaerenses, tras la paralización de algunas terminales en repudio al canon por cada operación que pretende cobrar el Fisco (ver pag. 11).
En esos encuentros podrían participar el ministro de Economía, Alejandro Arlía, y el jefe de Arba, Rafael Perelmiter.
En una línea similar, el ministro de Asuntos Agrarios, Ariel Franetovich, buscó reunir a los dirigentes agropecuarios de la provincia, para analizar posibles cambios al alza del Inmobiliario Rural y mejoras, pero no tuvo éxito. Si bien en un principio la mesa agropecuaria bonaerense pensaban concurrir, ayer los ruralistas se reunieron y acordaron no encontrarse con Franetovich, dado que la invitación a negociar no llegó a toda la dirigencia del campo.
El oficialismo provincial, entonces, tendrá su negociación con los ruralistas a través de la audiencia que el bloque de senadores del Frente para la Victoria le concederá desde las 14.30, en el marco de la recorrida agraria por la Legislatura para plantear su desacuerdo con el incrementos de impuestos. No obstante, según indicaron fuentes legislativas, el Senado no cambiaría una coma del proyecto de ley de Reforma Fiscal, que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados. Para incluir las modificaciones negociadas a último momento, se aprobaría en la misma sesión alguna ley correctiva.
Ese camino es el que más chances tenía anoche de ser transitado, porque desde el oficialismo bonaerense temen que si la Reforma Fiscal sufre cambios en el Senado, deberá volver a Diputados y, allí, no hay garantías que reciba luz verde. Sobre todo luego de que la media sanción del miércoles pasado se dio en ausencia de los bloques opositores y con un oficialismo que llegó al quórum con el número justo.
La intención inicial del gobierno provincial era contar con la Reforma Fiscal desde el 1º de octubre, para aliviar las cuentas públicas desde ahora.


