Luego de 12 días en los que su única aparición pública fue desde su lugar de internación en Río Gallegos, el presidente Néstor Kirchner reaparecerá hoy en el escenario político con un discurso, que se acercará a la idea de un relanzamiento del gobierno para recuperar la iniciativa que aparecía desdibujada en los últimos tiempos. Será con motivo del anuncio del plan de seguridad federal y lo hará con toda la pompa, ante la presencia de los gobernadores que hayan aceptado la invitación que ayer les cursó formalmente el Gobierno.

En rigor el plan será presentado por el ministro de Justicia, Gustavo Beliz, en un acto en el Salón Blanco de la Casa Rosada, cuyo su comienzo está previsto para las 18. Inmediatamente después hablará Kirchner.

Aunque desde el Gobierno se afirmar que el plan de seguridad se venía elaborando desde bastante tiempo antes que la sorprendente movilización que logró convocar hace 18 días Juan Carlos Blumberg (tras el secuestro y asesinato de su hijo Axel), el anuncio parecerá la respuesta a la angustia social por la inseguridad mostrada en esa multitudinaria marcha.

Del discurso de Presidente, que él mismo terminó de modelar anoche en la quinta de Olivos con la colaboración de su esposa, la senadora Cristina Kirchner, no trascendieron detalles de sus lineamientos.

También los detalles del plan que será anunciado por Beliz fueron guardados celosamente, pero en este caso sí Clarín tuvo acceso algunos trascendidos de fuentes oficiales.

El plan quedó definitivamente atado el sábado pasado en la quinta de Olivos. Allí se reunieron Kirchner con Beliz y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para lo último que quedaba por definir del plan: la reestructuración de la cúpula de la Policía Federal. Para ello el Presidente le había pedido a Beliz los legajos de 95 jefes policiales.

Según dijeron fuentes del Gobierno a Clarín los cambios previstos tienen relación con un esquema de "fuerte coordinación" entre las fuerzas de seguridad federales: la Policía, la Prefectura y la Gendarmería.

En lo que hace al futuro de los cuerpos policiales, la movida sería profunda, si se atiende a la imagen a que apeló el ministro del Interior, Aníbal Fernández: dijo que el Estado "va a meter el cuchillo" para definir "en forma concreta y contundente, una nueva forma de policía".

El caso Blumberg puso en evidencia, una vez más, las internas dentro de las fuerzas policiales y los recelos entre la Federal y la Bonaerense. Un intríngulis donde aparecen mezclados los hombres de la SIDE y al que no escapa, tampoco, la Justicia. Severamente cuestionado por Juan Carlos Blumberg, y por el Gobierno, el fiscal de la causa, Jorge Sica, acabó siendo separado de la investigación.

El Presidente ya se había involucrado personalmente en el tema cuando decidió el relevo un hombre fuerte de la Federal, el jefe de la Superintendencia de Investigaciones, el comisario Jorge Palacios.

Otros aspectos que contempla el plan es la sustanciación de juicios por jurados para acelerar las causas penales y la creación de un cuerpo de policía especial para actuar en secuestros e investigar los delitos relacionados con el narcotráfico.

En su pata de prevención, el plan también apuntaría a resaltar el papel de las instituciones educativas como lugares de contención, para alejar a los chicos de la calle y tratar de evitar el ingreso de muchos en el delito.

En este punto, la idea es que las escuelas estén abiertas fuera del horario de clases para que los alumnos participen en ellas de actividades deportivas y culturales. Pero el aspecto central —aunque a más largo plazo— es lograr el retorno gradual a las aulas de unos 300.000 chicos y jóvenes en edad escolar que ahora están afuera del sistema educativo.

Este plan se instrumentará a través de una batería de decretos y de proyectos de ley que el Gobierno enviará inmediatamente al Congreso.