Muchos especialistas dicen que probablemente el valor nominal del dólar no
caiga —o lo haga muy levemente— pero que el tipo de cambio real puede reducirse
bastante. Por ejemplo, Rodolfo Terragno recordó la semana pasada en una columna
de opinión de Clarín que el ministro Lavagna señaló en algún momento que el tipo
de cambio real de equilibrio —cuando en la economía no existirían presiones a la
suba ni a la baja sobre la divisa— podría ser de $ 1,40 por dólar. Este valor
—que era precisamente el que se pretendía lograr al salir de la Convertibilidad—
espantó a muchos.
Pero analicemos qué significa un tipo de cambio real de $ 1,40. Empecemos por
ver qué quiere decir tipo de cambio real. Si lo asociamos con el salario real lo
tendremos muy claro enseguida. Si ganamos $ 100 (salario nominal) y los precios
suben 20%, ¿en cuánto queda nuestro salario? Los bienes que valían antes de la
suba $ 1 costarán luego $ 1,20. Y si antes podíamos comprar 100 unidades con
nuestro salario, ahora compraremos $ 100 dividido por $ 1,20: 83,3 unidades. Es
decir, el salario real (o poder adquisitivo) cayó un 16,7% (de 100 a 83,3
unidades).
De paso, veamos una cuestión "matemática". El 20% de suba de los precios
implica una reducción del salario real porcentualmente menor: cae 16,7% no 20%.
Ocurre con cualquier porcentaje. Si los precios subieran 100%, nuestro salario
no se reduciría 100% (no desaparecería). Valdría la mitad (50%), porque a un
costo doble podríamos comprar la mitad de los bienes.
Traslademos este razonamiento al dólar. Si fuera cierto que el dólar real se
encamina hacia un valor de 1,40 respecto del valor que tenía a comienzos de 2002
y que no dejará caer el valor nominal de hoy (alrededor de $ 2,80), ¿que tendría
que pasar? Que los precios desde la salida de la convertibilidad hasta ese
momento tendrán que haberse duplicado, porque $ 2,80 dividido por 2 nos da
precisamente $ 1,40.
Veamos cuánto subieron los precios hasta ahora. El CER nos dice que hasta
ahora el costo de vida subió alrededor de 47%, porque el índice está en 1,4684.
¿Cuánto más tienen que subir para llegar a 2? Hagamos la cuenta: 2 divido 1,4684
= 1,3620. Es decir, falta que suban 36% más para haberse duplicado exactamente.
Si la inflación fuera en el futuro de 7% anual, como se prevé para 2004,
deberían pasar casi 5 años para llegar a ese valor real de equilibrio" a partir
del valor nominal actual de $ 2,80.
Pero ocurre que el tipo de cambio se vincula al comercio exterior y no al
consumo de las familias. Entonces el costo de vida no es un buen índice para
corregirlo. Y como otros precios de la economía subieron mucho más, resulta que,
en realidad, con la cotización nominal actual de
$ 2,80 ya no estamos tan lejos como parece de ese valor real de 1,40.
¿Qué espera el mercado? Entre los títulos post default tenemos series
nominadas en dólares y otras en pesos (siempre ajustables por CER). Para
determinar la preferencia por una moneda u otra busquemos dos que tengan más o
menos el mismo plazo, pare evitar que este factor distorsione mucho la
comparación.
Tomemos, por ejemplo, el Boden 2012 (en dólares) y el Bocon Previsional Pre 8
(en pesos).
Según los precios del miércoles 7, los Boden 2012 se compran a una paridad de
68%. Es decir, los ahorristas que los venden estarían perdiendo el 32% del valor
original en dólares. Quien lo compra a este precio obtendría un rendimiento
anual hasta el vencimiento de casi el 11% anual en dólares.
Veamos ahora cuánto nos costaría el título en pesos. El Pre 8 cotizaba a una
paridad de 79%. O sea que en este caso el descuento es de sólo 21%. Y según las
condiciones de emisión, con este precio se obtiene un rendimiento anual hasta el
vencimiento próximo al 9%. Este 9% es un rendimiento real, porque el título se
ajusta por CER, así que no hay riesgo de pérdidas por inflación.
¿Qué nos dice esta brecha? Que predominan los inversores que piensan que el
costo de vida aumentará más que el dólar. Podríamos decir que se apuesta a que
durante 4 o 5 años los precios le saquen una ventaja al dólar de 2% anual.
Quienes crean que será más deberían inclinarse por los títulos en pesos.


