La Argentina aprobará, incluso antes de que la Unión Europea (UE) lo autorice para su importación, el evento NK603, un maíz RR genéticamente modificado desarrollado y comercializado por la empresa Monsanto. El secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, Miguel Campos, confirmó a LA NACION que está dispuesto a firmar en breve la liberación del instrumento transgénico para su producción en el país. Esto representa un paso adelante -o audaz, depende de cómo se lo mire- en la carrera biotecnológica, porque la UE, principal mercado del maíz argentino, aún no se expidió favorablemente en relación con el evento. De modo que la aprobación del maíz RR implicaría abandonar la "política espejo" que mantuvo la Argentina con el bloque europeo. En opinión de Campos, el contexto indica que existen señales por parte de la UE para avanzar con este evento transgénico.

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"La UE cambió su posición y creo que la Argentina debe leer esas señales para no llegar tarde a algunas situaciones", argumentó el funcionario. Y, según señaló, "las cosas no están para seguir con una política espejo porque, entre líneas, Europa emite datos muy diferentes de los del pasado y más abiertos a los organismos modificados genéticamente (OGM)". El secretario comentó, en este sentido, que el año pasado numerosos funcionarios del bloque europeo se manifestaron a favor del uso de transgénicos y que hasta el comisionado de salud y asuntos del consumidor de la UE, David Byrne, adhirió al tema.

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Consultado sobre su posición frente a los OGM, Campos confesó: "Personalmente, soy pro organismos modificados genéticamente, y no sólo de este evento, porque generan herramientas como las de la soja RR, aunque esto no significa que no deban cumplirse los pasos y plazos técnicos para su aprobación".

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Precisamente, en el caso del maíz RR esas etapas están prácticamente cumplidas. El evento ya fue aprobado por la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (Conabia) y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). Sólo restan las sugerencias que aportará la Dirección Nacional de Mercados Agroalimentarios luego de los comentarios públicos presentados por los actores de la cadena agroindustrial. Pero, en definitiva, las recomendaciones no son vinculantes y la decisión final es facultad del secretario de Agricultura.

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Se le consultó, entonces, si aprobará el maíz RR, y Campos respondió: "Sí, porque creo que en lugar de bajar las retenciones a las exportaciones del maíz para alentar su siembra hay que generar herramientas que diversifiquen los cultivos".

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Inquietud de mercado

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El tema de la aceptación del maíz RR ya tiene algunos años. En 1998 Monsanto pretendió su liberación, pero hubo objeciones de mercado que finalmente lo frenaron. Sucede que la UE es el mayor comprador de maíz argentino (2 millones de toneladas) por un valor cercano a los 250 millones de dólares. En la cartera agrícola entienden que, como buena parte del volumen embarcado, son maíces duros y especiales tipo Flint, con lo cual la aprobación del evento transgénico no debería afectar las exportaciones.

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Sin embargo, la mayoría de las objeciones de las entidades de la producción como de los exportadores (como se informa por separado) de granos destacan la incertidumbre comercial que generará la aprobación del NK 603. La Sociedad Rural Argentina (SRA) expresó en su trabajo presentado ante la Dirección de Mercados: "Nuestro país está en la difícil encrucijada en lo referente a una aprobación unilateral, ya que podría afectar los embarques al exterior". Y agregó: "Debemos tener en cuenta que la UE es el principal destinatario del maíz argentino". Para la SRA, el evento resistente al glifosato contribuiría en gran forma al desempeño agronómico como maíz de segunda en zonas que no se consideran del núcleo productivo y donde el mayor problema es el control de malezas. En cambio, detalla que desde el punto de vista económico no se percibirían variaciones significativas en los márgenes brutos de los productores por el mayor costo de la semilla. "Con respecto a la inversión por hectárea tampoco se observan variaciones que puedan influir en la toma de decisión por parte del empresario rural", aseguró la SRA.

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El presidente de Aacrea, Marcelo Carrique, opinó: "Toda nueva tecnología es bienvenida", pero advirtió que no debería aprobarse algo que pudiera jugarles en contra. Según Carrique, la producción forma parte de una cadena agroindustrial en la cual todos los eslabones son importantes. "¿Qué beneficio puedo tener yo, si después no puedo vender el maíz?", se preguntó el titular de Aacrea.

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Herramienta

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En tanto, el presidente de Aapresid, Víctor Trucco, expresó en una carta que tiene una opinión favorable respecto de la autorización del NK 603 para la siembra en la próxima campaña. "Entendemos que la biotecnología se ha constituido en la principal herramienta para construir ventajas y que la magnitud del mercado europeo, aunque siempre importante, no puede ser determinante para que los productores sigamos esperando esta resolución", señaló Trucco.

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Los veredictos acerca de la liberación del maíz RR coinciden en un rotundo "ni". Por un lado se destacan los beneficios agronómicos, pero se relativiza el factor de menores costos. "No estaríamos en contra de la aprobación, pero tenemos algunas dudas por el tema de los mercados", consideró el productor José Carlos Basaldúa, de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). Asimismo, Juan Pivetta de la Federación Agraria Argentina (FAA) dijo que es un buena herramienta, pero que no tendrá el impacto de la soja RR. "Nuestro país se caracteriza por los maíces rojos duros, pero habría que medir el impacto sobre los mercados", dijo Pivetta.

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La liberación del maíz RR se daría poco después de que Monsanto anunció su retiro del negocio de la semilla de soja RR, en enero último.