Los productores cruceños expresaron su preocupación porque los niveles de rendimiento obtenidos en la cosecha se redujeron de 2,2 toneladas por hectárea a 1,9, lo que registrará una pérdida de 150.000 toneladas de un total estimado de 1,3 millones.
El área de siembra se incrementó en un 16% con respecto al año pasado, pero hoy la producción disminuirá por los efectos climáticos de sequía a fuertes lluvias que entorpecieron el proceso de maduración y repercutió en la calidad del producto, afirmó Carlos Zabala, gerente de la Asociación de Productores de Trigo y Oleaginosas, (Anapo).
“Nos preocupa los resultados, pues los esperabamos buenos; pero la falta de humedad en el suelo afectó el rendimiento”, dijo el titular de Anapo, Carlos Rojas.
El este de Cuatro Cañadas y norte de Tres Cruces tienen rendimientos por debajo de 1,5 toneladas. San Julián que se estimaba 2,2 toneladas, registra menores efectos.
La zona Central Integral presentó complicaciones por déficit hídrico y ataque de chinches que redujeron el rendimiento hasta 1,8 toneladas. En las zonas sur y norte registran menores daños.
Las plantas sufrieron el ataque de macrofominas o pudricción negra de la raíz por debilidad del cultivo por estrés hídrico, explicó Zabala.
Rojas aseguró que los rendimientos menores a 2 toneladas disminuyen las posibilidades de cubrir los costos de producción, a pesar de aumentar la inversión en aplicaciones contra la Roya de la soya y otros controles de disturbios fisiológicos.
El gerente de Relaciones Comerciales Externas de la industria ADM-SAO, José Luis Rocabado, dijo que el total de las exportaciones puede disminuir ligeramente porque los volúmenes de exportación serán inferiores. “Las apreciaciones de que se deteriora el producto es por zonas, no en toda el área de cultivo de Santa Cruz. La Zona Integral es la más afectada y es necesario analizar el tema cuando la cosecha avance un 80%.
El presidente de la Cámara de Exportadores, Oswaldo Barrida espera que haya la suficiente cantidad de materia prima para que las industrias puedan verse abastecidas y no repercuta en la producción y en la posibilidad de exportar mayor cantidad de derivados.

Gina Mendía