A pocas semanas de que comiencen las cosechas de maíz y soja en diferentes regiones del país, miles de agricultores y asesores ya analizan posibles incorporaciones a sus paquetes tecnológicos para superar los rindes en la próxima campaña.

Con este objetivo se dieron cita en Expoagro, la mayor muestra a cielo abierto del campo argentino, que se celebra hasta hoy en el corredor productivo San Pedro-Baradero.

La soja concentró todas las miradas. El principal cultivo del país, que ocupa unas 20 millones de hectáreas sembradas, exhibió su potencial en los plots de siembra, con el lanzamiento de variedades y el anticipo de nuevos eventos biotecnológicos que hasta ahora estaban restringidos al maíz, como el Bt, con tolerancia a insectos.

Don Mario, Nidera y Sursem fueron los encargados de mostrar los nuevos cultivos transgénicos, en jaulas protegidas por cuestiones regulatorias, aunque habrá que tener paciencia, pues la soja Bt (apilada con el RR2) recién saldrá al mercado brasileño en 2012. En la Argentina, para acceder a la tecnología, los agricultores deberán esperar a que se resuelva el conflicto en torno de la ley de patentes, por la cuestión de la propiedad intelectual.

Las empresas también lanzaron nuevas variedades de soja y mostraron otras experimentales.

La solución es usar bien la tecnología

El área de soluciones tecnológicas aporta ideas interesantes para evitar errores que impactan en los rindes.

Como si fuera un campo de pruebas o un tubo de ensayo, el Area de Soluciones Tecnológicas de Expoagro 2011 muestra las consecuencias que tiene trabajar con equipos de siembra desgastados o sin el debido mantenimiento. Se fuerzan errores para mostrar al productor los problemas que surgen en el período de emergencia, sobre todo en maíz. Ese es sólo un ejemplo de los múltiples recursos de herramientas concretas que se pueden ver en el sector.

“Los errores se pagan caros y muchos pueden evitarse utilizando tecnología disponible”, es el razonamiento de Fernando Cuenca, encargado del área. “Sin embargo, a pesar de la excelente tecnología con que contamos en la actualidad, hay decisiones del hombre que siguen siendo determinantes, porque si tiene una sembradora bárbara y una semilla de calidad, pero la siembra con exceso de velocidad, descuida los tubos de bajada o no hace el mantenimiento pertinente a las cuchillas, o no elige las apropiadas, el resultado no va a ser el esperado”, explicó Cuenca a Clarín Rural .

“Intentamos transferirle al productor información pero no sólo vinculada a la máquina sino también pensando en los detalles que pueden afectar la emergencia del cultivo, porque hay un error humano perfectamente evitable”, explicó Cuenca.
“Muchos de los errores se solucionan con algo sencillo como un monitor de siembra”, dijo el experto, quien identificó como principales problemas a solucionar en la siembra la velocidad (sobre todo en maíz porque 0,6 km/h incrementan el desvío estándar en 1 cm), el mantenimiento preventivo de la sembradora y la regulación adecuada, porque “muchas cosas se hacen por tradición y tienen que empezar a cambiar”. Consideró que las grandes sembradoras van a tender a ser Air Dril, es decir, con semilla transportada por aire, porque tiene la ventaja de que el lugar de carga debe ser de gran capacidad para hacer ese procedimiento rápidamente.

El INTA Manfredi cuantificó la recuperación de una inversión en un monitor de siembra. “Estimamos un costo de siembra de 180 pesos, un 20% de ganancia representaría 36 pesos. Si se propone recuperar la inversión resignando un 30% de esa utilidad se dejaría de ganar 12 pesos, que permitirían amortizar la inversión en unas 1.500 hectáreas, de modo que en cinco años le estaríamos sacando 300 hectáreas de ganancia de amortización”, explicó Andrés Méndez, del Proyecto de Agricultura de Precisión.