La campaña sojera 2008/2009 en Tucumán muestra un buen avance, con casi la totalidad de los campos sembrados. En cuanto al desarrollo de las plantas, las plantas muestran un buen estado de crecimiento.
Sin embargo, la excepción siguen siendo los campos ubicados al este de la provincia, donde las lluvias registradas no fueron suficientes, lo que complica el desarrollo de las plantas.
Asimismo, la aparición de algunas plagas puso en alerta a los productores y se activaron las medidas curativas adecuadas.
Todos estos temas fueron analizados por el ingeniero Sebastián Valdez, productor sojero tucumano, miembro de un Grupo CREA, durante su diálogo con LA GACETA. Presentamos el desarrollo de la entrevista realizada.
- ¿Qué estado presentan los perfiles hídricos?
- El perfil del subsuelo de los campos ubicados en la zona de la provincia están terminando de cargarse. En general, todos tuvieron un arranque duro, complicado, en general a lo largo de diciembre. Las altas temperaturas y las lluvias escasas afectaron ese mes toda la etapa de siembra.
- ¿Cuál es el panorama actual que muestra la campaña?
- Las plantas de campos ubicados la zona oeste presentan entre cuatro y siete hojas. Estimo que con el paso de los días y por las precipitaciones registradas, la tendencia es que mejorará el crecimiento, tanto en altura como en la cantidad de hojas. Este cuadro es el resultado de las siembras que se realizaron entre diciembre pasado y principios del mes en curso, que responde a la mayoría de los campos en Tucumán. La situación es más compleja hacia el este de la provincia, donde las plantas sólo presentan entre dos y tres hojas en su desarrollo vegetativo.
En este región los perfiles hídricos presentan un cuadro complicado. Esta es la situación que se vive en los campos de zonas como Ysca Yacu, 7 de Abril, El Bobadal y zonas circundantes, que son campos que fueron sembrados muy recientemente.
Sin embargo, hay lotes donde la soja se perdió por complejo por la falta de agua y las altas temperaturas. En muchos casos, estos campos levantarán lo que tienen y sembrarían poroto.
- ¿Hay complicaciones con algunas plagas?
- Este año tenemos una fuerte explosión de “picudo”. Es un problema que viene desde hace cuatro o cinco años atrás. Se trata de una plaga que avanza muy poco, pero cuando entra al lote queda en el suelo, al que infecta y, por lo tanto, también infectará al grano.
- ¿Puede cuantificar el impacto que tiene el “picudo”?
- En el campaña 2007/2008 fue bastante buena, porque teníamos entre una y tres larvas por rama.
Las larvas luego caen al suelo y quedan en la tierra; algunas larvas mueren, y otra sobreviven.
Pero en esta campaña sojera el problema se agravó. El atraso de las lluvias hizo que el “picudo” apareciera en una verdadera explosión. De las cinco o seis que teníamos por metro, hemos pasado a unos 20 individuos por metro.
Luego de las últimas lluvias, dos o tres días después se produjo otra explosión de “picudo”.
Esto, sin dudas, provocará pérdidas en el rendimiento final de los campos sojeros. Esta situación fue verificada en fincas ubicadas en las zonas de La Cruz, Monte Redondo, La Virginia, La Invernada y La Cocha, entre otras.
- ¿El “complejo de orugas” está teniendo algún impacto?
- El tema “orugas” venía bien, pero aparecieron algunas especies de “la bolillera”, con una presión importante en algunos lotes. En cuando al “complejo de orugas”, lo normal es que tengamos entre cuatro y cinco por metro. Sin embargo, en los últimos días se detectó la presencia de entre 10 y 15 por metro, lo que puso en alerta a técnicos y productores. Las “medidoras” -un tipo de oruga- están presenten en las plantas, pero tienen una limitada capacidad de daño. También hay “anticarcia” (oruga defoliadora), que es una plaga muy dañina. Se ubica en la mitad de la planta, lo que complica llegar en forma adecuada con el insecticida que se aplica.
- Uno de los principales enemigos de los productores sojeros es la “roya”. ¿Qué estrategia de monitoreo están desarrollando?
- Todavía no se detectó ningún caso. Estamos observando, porque si se asienta en los campos los efectos son muy dañinos. Todo depende de la evolución climática. Contamos con el apoyo de la Estación Experimental Obispo Colombres (Eeaoc). Este año, las condiciones predisponentes a la enfermedad son más desfavorables que en 2008. Igual estamos atentos.


