Las exportaciones cárnicas se vieron perjudicadas este año por la crisis global y por el conflicto entre el Gobierno y las organizaciones agropecuarias. En este contexto, El Federal reunió a Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas, Héctor Salamanco, director ejecutivo de la misma entidad, Alberto Gorleri, gerente comercial de Establecimientos Friar, Carlos Riusech, director general del Frigorífico Gorina, y Hugo Borrell, presidente de ArreBeef, para discutir el presente del complejo exportador argentino.

-Este año, más que brindar por buenos resultados, habrá que hacer control de daños. ¿No?
-Mario Ravettino: Lo que entiendo es que cambió el esquema. De una industria que teníamos en la Argentina, dividida categóricamente entre exportación y consumo, empezamos a trabajar en una industria frigorífica integral. Hoy los frigoríficos hacen consumo y también exportación. Esos cambios implican adaptaciones y distintas realidades en las empresas, que son las que están en proceso de transfonnación.

-Un año de crisis global, en un escenario de conflicto interno.
-Ravettino: Por una parte, el conflicto fue fundamentalmente entre el sector productor y el Gobierno. La crisis internacional, indudablemente, tuvo efectos en la industria. Eso es innegable. A partir de allí se produjo una baja sensible en materia de precios, de renegociación de contratos, de volúmenes que tenían previsto exportar las empresas que no pudieron cumplir. Eso sí afectó a la industria frigorífica. Consecuentemente, estamos en ese proceso de adaptación poscrisis.

- ¿Las empresas tuvieron que rediseñar sus negocios a partir de la crisis?
-Alberto Gorleri: En Friar claramente tuvimos que adaptarnos a las reglas de juego que nos impuso el Gobierno. Concretamente, para nosotros el negocio del consumo era un negocio marginal, pero hoy pasó a ser el más importante. A partir de la implementación de encajes, se nos impuso vender un porcentaje altísimo al consumo interno para tener la chance de exportar, y tuvimos que reconvertir todo el negocio y adaptar la empresas a esas nuevas reglas. Fue duro para nosotros. Nos tuvimos que adaptar a la fuerza.
-Carlos Riusech: Nosotros vemos que tal vez el mayor problema estuvo concentrado en Rusia. Cuando hablamos de este reordenamiento, Gorina tenía un nivel de exposición no tan significativo como otras compañías, y creo que por eso pudo sortear la crisis con menores daños. Tenemos otros destinos y estamos más atomizados, con Israel, con Venezuela, con Chile y, por supuesto, con Rusia, un mercado del que nadie es prescindente. Pero como decía, los efectos de la crisis fueron de alguna manera ponderados al estar trabajando con varios destinos al mismo tiempo.

-La Presidenta Cristina Kirchner encabezó la misión comercial Argentina en Rusia. ¿Cuan comprometido está ese mercado en el tema carnes?
-Riusech: Yo creo que lo importante es destacar la necesidad recíproca que existe entre la Argentina de contar con un mercado como el ruso, que es volumétrico, y en Rusia de contar con proveedores confiables, entre los que destaca a Brasil y a la Argentina. Sobre esta base se construyen los compromisos recíprocos y trabajó nuestra misión comercial.

-Algunos empresarios especulan que la misión comercial a Rusia se debió en parte a algunos incumplimientos de pagos por parte de los rusos...
-Gorleri: Lo que pasó es que se cortó el financiamiento a partir de la crisis de octubre. Rusia está pagando, pero con renegociación.
-Ravettino: A mí me parece que la visita de la Presidenta tenía un contenido bilateral, enmarcado en una visita de cancillería, con una agenda que no era sólo de la carne, sino de varios temas. También es cierto, por otra parte, que la crisis desatada en el sector de carnes, concretamente, determinó una serie de renegociaciones de contratos, mercaderías y bajas en los precios, que efectivamente ocurrieron.
-Gorleri: Y embarques cancelados, también.

-¿Es verdad que otros países se están quedando con los mercados de carnes que a las empresas argentinas tantos años les costó construir?
-Héctor Salamanco: El mercado de las carnes vacunas en los últimos diez años ha sido aproximadamente de entre cinco y siete millones de toneladas que se transan internacional-mente. El grueso, diríamos un 90 por ciento o un porcentaje superior, son productoscomoditizados, no diferenciados. En este mercado de productos no diferenciados todo lo que es promoción es ocioso, porque normalmente, en ese tipo de productos, la competencia es el precio. Si ustedes miran en la década del noventa, los años que fueron espectacularmente buenos para la Argentina, como 1995, que exportó 500 mil toneladas, fue pésimo para Brasil.

¿Por qué? Porque dos grandes competidores estamos compitiendo entre nosotros fundamentalmente por precio, cosa que no ocurre en mercados de productos diferenciados.

- Como la Cuota Hilton.
-Salamanco: Lamentablemente, para las carnes argentinas el único segmento que podríamos decir que tiene nombre y apellido propio es el de la Hilton. Los últimos años han producido un efecto negativo para nosotros, en la medida que han desdiferenciado lo que antes era producto diferenciado. Nuestras irregularidades en el mercado europeo hicieron que lo que teníamos como un producto bandera con un plus de valor, como es la carne argentina, se perdiera en la indiferenciación como "carne latinoamericana", porque los europeos decidieron probar carnes de Brasil o Uruguay.

-¿Se vuelve de un revés así?
-Salamanco: Los mercados se ganan con continuidad y precio en el segmento de los productos commoditizados. En el segmento de los productos diferenciados debe mostrarse una diferenciación, pero también manteniendo continuidad y cumplimiento. Esos son los elementos clave que nosotros tenemos que fortalecer para revertir el mal momento de las carnes argentinas.

-Debe ser complicado para un empresario conformar al Gobierno y también a los compradores externos.
-Hugo Borrell: ArreBeef comprende la problemática porque le ha tocado pasar las mismas contingencias que al resto de las empresas de la cadena de valor en la Argentina. Nosotros estamos habilitados para exportar a cualquier parte del mundo, pero hemos tenido que renegociar valores que en algún momento habíamos definido, aunque después en la cobranza no hemos tenido problemas, y en las ventas diarias hoy estamos trabajando con las condiciones que el mercado nos permite, con las peripecias del día a día.

- El titular de la Oncca dice que la relación del Estado con las empresas es más transparente que nunca. ¿Coinciden?
-Ravettino: Creo que la crisis que ha afectado a la industria frigorífica derivada del colapso internacional ha determinado que las cuestiones de encaje productivo exportador, ROEs, y cuestiones similares hayan quedado un poco al costado, porque lo que to, es mercado. Entonces, se han achicado mucho los volúmenes exportables, se han achicado mucho los precios, y consecuentemente hoy la empresa que esté dispuesta a exportar, puede hacerlo. Es decir, que no es por motivos domésticos, sino por la crisis internacional, que esperamos que el mercado se normalice lo antes posible. Más allá de esto, las empresas asociadas al Consorcio ABC no denunciaron problemas con los ROEs rojos.

- ¿Cómo va la relación con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno?
-Ravettino: Nosotros tenemos, desde hace aproximadamente tres años, cuando fue la primera firma del acuerdo de precios, una relación con la Secretaría de Comercio Interior, porque es la que coordina todo el sistema de precios internos. Esos acuerdos fueron firmados, uno por toda la cadena, y otro por toda la cadena, menos la producción. Establece niveles diferenciados de precios para todos los eslabones. Queremos trabajar en el marco de cumplimiento, y en eso estamos en coordinación con la Secretaría. Asistimos a una reunión semanal de una mesa de carnes que está integrada por varios sectores, y allí vamos analizando en una época del año en la que tenemos, desde hace varios meses un mercado local totalmente abastecido en volumen y en precio, y esperamos llegar a fin de año sin sobresaltos.

-Los argentinos siempre estamos en crisis. ¿2009 será tan duro como afirman algunos empresarios?
-Borrell: La crisis todavía no llegó en su real dimensión. Faltan dos o tres meses. Fundamentalmente va a ser muy preponderante la asunción del Presidente de los Estados Unidos y sus medidas, muchas de las cuales ya se están conociendo. Hay que dar un plazo relativo para ver dónde está el techo. Yo creo que a veces la profecía autocumplida de hablar tanto de la crisis nos va a llevar a tener más crisis de la que realmente debería haber.
-Salamanco: Ahora vienen las fiestas y las vacaciones. Pero creo que en la Argentina vamos a ver, a partir de marzo, algún faltante de hacienda, y se van a notar las consecuencias.
-Riusech: Creemos que las expectativas negativas de este momento no son las más adecuadas. Quizás son más pesimistas de lo que es el cuadro real. Después de todo, se espera un crecimiento del 3 por ciento en el total de la demanda global de carne. Creo que de a poco se irá acomodando todo.

"Tuvimos que adaptarnos a las reglas que impuso el Gobierno. Para nosotros el negocio del consumo era marginal, pero pasó a ser importante."

Alberto Gorleri

"Esperamos que el mercado cárnico se normalice lo antes posible. Las empresas del Consorcio no tuvieron problemas con los ROEs rojos."
Mario Ravettino

"Los mercados se ganan con continuidad, precio y cumplimiento. Esos son los elementos clave para revertir el mal momento de las carnes argentinas."
Héctor Salamanco

"Hay que destacar la necesidad argentina de tener un mercado como el ruso y la de Rusia en contar con proveedores como Brasil y la Argentina."
Carlos Riusech

"Estamos habilitados para exportar a cualquier parte del mundo, pero tamos tenido que renegociar los valores que en algún momento habíamos definido."
Hugo Borrell

El Federal