Hablar de exportación bovina implica tener en cuenta a los diferentes mercados internacionales que imponen variadas exigencias referidas a “calidad del producto”.

Tales demandas derivan en la creación de indicadores que justifican la necesidad de trabajar en relación al mejoramiento de las características vinculadas con la carne. Durante los últimos diez años, el consumo interno de carne vacuna alcanzó valores cercanos a los 67 kilos per capita por año. Sumado a esto, la exportación se incrementó significativamente hasta triplicarse. En este escenario, el sector cárnico debió fortalecerse cada vez más hasta llegar a la selección de reproductores por su calidad.

En 2004, se creó en Argentina el Centro de Interpretación de Imágenes Ecográficas (CIIE), con sede operativa en la Unidad de Genética Animal del INTA Castelar (Instituto de Patobiología, Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias). Allí se logra determinar los indicadores que certifican la calidad de los animales analizados mediante la toma e interpretación de cuatro imágenes específicas.

Los orígenes de esta actividad se remontan al año 2000, cuando se redactó el primer “Protocolo de Procedimientos de Recolección de Datos Ecográficos de Calidad de Carne”. Luego, a partir de 2002, la Asociación Argentina de AnGus incluyó en sus programas de Evaluación de Reproductores AnGus (ERA) y Método Interno de DEP AnGus (MIDA) no sólo características de interés económico, relacionadas con eficiencia productiva y potencial de crecimiento, sino también con la calidad del producto final: la carne.

“En 2004 se crea el CIIE y, a partir de ese momento, las ecografías de las distintas características carniceras tomadas por técnicos privados, certificados en los cursos dictados por la Asociación o la Ultrasound Guidelines Council (UGC), de Estados Unidos, son interpretadas por especialistas también certificados en esa entidad y sin ninguna relación con los ecografistas que realizan más mediciones a campo”, cuenta Horacio Guitou, Jefe de Unidad Genética Animal de INTA Castelar.

Las imágenes que se interpretan son el espesor de grasa dorsal (EGD), espesor de cadera (EGC), área de ojo de bife (AOB) y porcentaje de grasa intramuscular (%GI).

Con estas medidas, el CIIE calcula el porcentaje de cortes minoristas (porcentaje de cortes comerciales de mayor valor), y con los indicadores interpretados y ajustados a una determinada edad; luego se realizan las evaluaciones en datos de DEP para toros, toritos, vientres y vaquillonas. Es evidente que procesar este tipo de datos, proporciona una ayuda para la posterior selección de animales para la reproducción.

Según Guitou –quien desarrolla tareas tanto en el CIIE como en la Asociación AnGus y Shorton- “en el caso de la raza ANGUS la información resultante de las mediciones es procesada como las actuales características de reproducción y crecimiento, por la Unidad de Genética Animal, e integradas al Programa ERA.

De ese modo se obtienen los correspondientes DEP para cada una de las características. Las demás razas que cuentan con este servicio procesan sus datos en sus unidades ejecutoras”. El Ingeniero afirma que “el trabajo del CIIE tiene otra ventaja: capacita a los encargados de interpretar las imágenes ecográficas.

La Asociación Argentina AnGus es pionera en evaluación de características de calidad de carne por haberlas incluido en sus respectivos programas, y por ser impulsora de la creación del CIIE. Hasta 2004, la formación de los ecografistas se realizaba en el exterior, en Iowa, EEUU, donde nacieron todas estas técnicas modernas.

El costo de entrenamiento era de 4500 dólares, por lo que el número de aspirantes a certificarse no prosperó. Así fue que, en busca de aumentar la cantidad de profesionales idóneos para tomar las imágenes, los responsables del Programa ERA contactaron al genetista Dr. Doyle Wilson, profesor emérito de Iowa State University y Director de Biotronics Inc., con sede en Ames, Iowa, para que él mismo brindara cursos de entrenamiento y certificación en Buenos Aires”.

En 2004 y 2006, se realizaron los dos primeros Cursos de Capacitación y Certificación de Ecografistas para la Toma de Datos de Rasgos de Calidad de Carne, organizados por la Asociación Argentina de Angus y bajo el liderazgo del Dr. Wilson.

TECNOLOGIA DE VANGUARDIA:

La Asociación Argentina de Angus lleva adelante programas de evaluación objetiva de reproductores a través de un convenio firmado con el INTA. Así, desde el 2002, el Resumen de Padres Angus suministra DEP para área de ojo de bife (AOB), porcentaje de grasa intramuscular (%GI), espesor de grasa dorsal (EGD), espesor de grasa de cadera (EGC) y porcentaje de cortes minoristas (%CM). De este modo, se convierte en una importante herramienta de selección genética, que cobra cada vez mayor relevancia en el mejoramiento de la raza con el consecuente beneficio para la industria de la carne.

Además, los criadores o productores comerciales pueden producir cambios direccionales acorde a la demanda de los diferentes mercados internos y externos. También la evaluación de los caracteres relacionados con calidad carnicera favorece que el semen, reproductores o embriones de la Argentina puedan competir a nivel internacional.

En lo que respecta al software, la Asociación hace un “leasing” del aprobado por la UGC adecuado para los cuatro ecógrafos habilitados actualmente por dicha organización: ALoka 500, Scan 200, Falco 100 y Sonovet 2000. Este software habilita la medición de las características de EGD, EGC, AOB y %GI. Es por ello que el CIIE es dinámico en cuanto a la incorporación permanente de tecnología, ya que en el futuro es probable que aparezcan nuevos ecógrafos, con nuevo software y, tal vez, otras características relacionadas con la calidad de carne.

Revista Americarne Nº 65