En las explotaciones mixtas, la superficie ganadera se concentró en los suelos de poca o nula aptitud agrícola, y se generó una transferencia de animales hacia zonas típicamente ganaderas.
Además, en estas áreas tradicionalmente criadoras (sistemas extensivos basados en la utilización del campo natural), hay una tendencia a la recría y engorde de la propia producción, con un mayor aumento de la carga (los mejores potreros se destinan a recría e invernada, por lo que los índices de producción tienden a caer).
La reducción de la superficie destinada a cría derivó en una alta concentración de vientres y, de persistir esta situación, es lógico esperar una caída de la productividad de los rodeos, por una carga excesiva que privilegia la tenencia y no la producción.
Esta situación se ve agravada por el efecto de la sequía. En 2003 hubo un leve déficit hídrico de otoño y primavera; el año pasado fue marcada la falta de agua en otoño, primavera y verano, mientras que este año se experimenta un acentuado déficit estacional.
Por lo tanto, la situación forrajera en los sistemas de cría se caracteriza por una escasa disponibilidad, baja calidad, con muchas malezas y poca posibilidad de rebrotes.
Alternativas
Las alternativas para paliar esta situación deben ser analizadas en cada sistema particular, teniendo en cuenta la situación sanitaria, el manejo y la alimentación.
Ante la limitación de poder sacar la hacienda a pastoreo, a raíz de la escasez en la oferta de campos, las opciones pasan por el manejo de la carga, del rodeo y de los recursos forrajeros.
Si bien algo se puede lograr con la reducción del rodeo (eliminando las categorías improductivas), el mayor impacto pasa por el mantenimiento de la receptividad, para lo cual se puede recurrir a distintas alternativas de suplementación, tales como la utilización de silos, rastrojos, subproductos, henos (rollos) y granos (maíz).
Los dos últimos tienen distintas características: en general, los henos son de baja calidad nutritiva, adecuados para el mantenimiento de categorías que con bajos requerimientos, mientras que el maíz tiene buena calidad, y es apto para el mantenimiento o mejora de categorías con fuerte demanda nutritiva.
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