El Congreso de la Nación vivió ayer una de sus jornadas más vertiginosas. Luego de frenéticos contactos con la Casa Rosada, y cuando ya habían transcurrido tres horas de debate en pleno recinto de la Cámara de Diputados, el bloque kirchnerista exhibió ayer, a último momento, un as en la manga con tal de desequilibrar los votos a su favor en el debate del proyecto oficial sobre retenciones móviles: ofreció mayores compensaciones a los productores más pequeños, principales víctimas del actual nivel de las retenciones que, según ratificó, continuará vigente.

Sin embargo, la nueva propuesta oficialista no llegaba a convencer, al cierre de esta edición, al grueso de la oposición, como tampoco a la treintena de justicialistas críticos y aliados del Gobierno que presentaron alternativas propias en el recinto. El rechazo obedece a que el oficialismo mantiene intactas las alícuotas de las retenciones móviles, principal punto del conflicto entre el Gobierno y el campo. Así las cosas, el resultado de la votación final, previsto para esta madrugada, continuaba siendo una incógnita: ambos sectores se arrogaban, anoche, la mayoría de los votos.

El nuevo proyecto oficialista establece un régimen de compensaciones que, según estimó el jefe de la bancada kirchnerista Agustín Rossi (Santa Fe), dejará afuera del alcance de la resolución 125 -que impone las retenciones móviles- "al 85% de los productores". La iniciativa propone una nueva escala de segmentación de reintegros de acuerdo con la cantidad de toneladas de granos que se produzcan: aquellos productores que generen entre 0 y 300 toneladas recibirán un mayor volumen de reintegros, que equivaldría, según Rossi, a un pago de retención efectiva del 30 por ciento. "Un cinco por ciento menos de lo que pagaba antes de la resolución 125", enfatizó, ante el estallido de aplausos de sus pares.

Rossi explicó luego que los productores entre 300 y 750 toneladas de granos recibirán compensaciones que equivaldrían a un pago de retenciones del 35%, mientras que aquellos que produzcan hasta 1500 toneladas, pagarán las primeras 750 toneladas el 35 por ciento de retenciones y la diferencia con la alícuota que indique la resolución 125 del Gobierno.

"Buscamos que se grave con una alícuota diferencial alta a los que mayor escala de producción tienen y que se dejase fuera de ese gravamen a los pequeños y medianos productores de la Argentina", enfatizó anoche Rossi, en medio de un estallido de aplausos. El jefe de la bancada ratificó que próximamente presentarán en el recinto una nueva ley de arrendamiento como una iniciativa que propone el pago del impuesto a las ganancias a los pools de siembra constituidos como fideicomisos.

La algarabía -y el alivio- oficialista no contagiaron al resto de los bloques. Las nuevas modificaciones, consideradas todo un logro para el bloque oficialista después de arduas negociaciones con la Casa Rosada, no conmovieron siquiera al bloque SI, que conduce Eduardo Macaluse (Buenos Aires), que, junto con Claudio Lozano, propiciaban mayores compensaciones para los pequeños productores. Este núcleo de diez legisladores sigue la línea de Federación Agraria, que conduce Eduardo Buzzi, cuyos voceros anticiparon anoche a LA NACION que las nuevas concesiones oficialistas no los satisfacían.

"Vamos a votar por el no. Es insuficiente para los pequeños productores", enfatizó Macaluse.

El debate, así, se tornaba anoche impredecible. Nadie se atrevía a predecir el resultado de la votación. Este clima de incertidumbre se vivió durante toda la jornada, con reuniones reservadas en los despachos, con borradores que iban y venían entre los distintos diputados, con permanentes conteos de las voluntades en uno y otro sector. Las llamadas de la presidenta Cristina Kirchner y de su jefe de Gabinete, Alberto Fernández, a los legisladores de su tropa fueron permanentes durante toda la tarde; incluso hasta se barajó con la posibilidad de que el ex presidente y jefe del PJ, Néstor Kirchner, se acercara al recinto de la Cámara baja, algo que finalmente no ocurrió.

El oficialismo pugnó con la Casa Rosada, hasta último momento, para abrir el abanico de ofertas para los pequeños y medianos productores y, así, garantizar el consenso y los votos necesarios a la iniciativa. Al cierre de esta edición, el kirchnerismo se mostraba convencido de que contarían con la mayoría de las voluntades.

"Nuestra propuesta constituye una salida para transformar este conflicto y que le ofrezca una oportunidad de mayor crecimiento para el país", dijo el presidente de la Comisión de Agricultura, Alberto Cantero (Córdoba).

"Si no suspendemos la resolución 125, no vamos a resolver este conflicto", advirtió, luego, el diputado Pedro Morini (Santa Fe), al tiempo que Francisco Ferro (Coalición Cívica) exclamaba que "quienes están al borde de las rutas, no son golpistas, sino representantes de la Argentina profunda."

Por Laura Serra
De la Redacción de LA NACION