"A Cristina la querían echar de la Casa Rosada porque no claudicó ante los grupos de poder." Con esa frase, Néstor Kirchner volvió a acusar ayer a los ruralistas que se enfrentan con el Gobierno por el aumento de las retenciones y, por primera vez, ligó la suba de las retenciones con los compromisos del país en materia de deuda externa.

En un escenario netamente peronista, la visita del presidente del PJ a la sede de la UOM Capital, que conduce el dirigente Antonio Caló, le dio el marco necesario para recitar todos los males que considera que encarna el campo y criticar "el intento de desestabilización del Gobierno" que, según él, significaron los cortes de ruta de los productores.

Ese contexto le sirvió para enviar un mensaje novedoso: "Si se suspenden las retenciones, ¿con qué vamos a pagar la salud, los hospitales, las obligaciones externas de los argentinos? ¿Creen que vivimos en un paraíso fiscal? Si vamos juntando monedita tras monedita para poder sacar a este país del infierno en el que estuvo". Hasta entonces, el oficialismo había justificado el aumento de las retenciones con las necesidad de contener los precios internos, con el objetivo de limitar la sojización y con la constitución de un fondo para obras públicas.

Kirchner se encargó de aclarar que sus dichos no significan una presión al Congreso. "Yo no aprieto a los diputados", dijo, pero admitió: "Les recuerdo que no están en la lista de la Ucedé [que en los 90 apoyó a Carlos Menem] sino en la del Partido Justicialista, y tenemos que defender a los trabajadores y al pueblo argentino".

Cada aseveración del actual líder orgánico del justicialismo fue respondida con ovaciones por parte de los 700 delegados de las distintas seccionales metalúrgicas que colmaron el auditorio Augusto Timoteo Vandor de la UOM, en Hipólito Yrigoyen 4265.

Contra LA NACION

Kirchner puso especial énfasis en embestir contra el tratamiento periodístico que da LA NACION al conflicto con el campo. "Me pedían que reprimiera a los trabajadores o desocupados que fueron a las calles por la política neoliberal de los 90, pero este diario de Bartolomé Mitre, un diario opositor -juzgó- apoya, en cambio, los cortes de rutas que durante 100 días hicieron los poderosos."

Cuestionó con nombre y apellido al columnista Joaquín Morales Solá. Le pidió que "se transformara en un periodista independiente en serio" y añadió: "Avala los cortes de ruta de los productores agropecuarios, pero no lo hizo con los de la clase trabajadora unos años antes".

Con inusitada dureza, el titular del PJ advirtió que los productores "tendrán que aceptar lo que resuelva el Congreso, lo que dicen las instituciones de la democracia", respecto de la ley que busca aprobar el oficialismo para confirmar las retenciones móviles. "No hay otra salida -puntualizó-, y, si no, como dijo Cristina, que hagan un partido político si es que quieren un país chico." También pidió a los miembros del sector que "no fueran tan avarientos [sic] , que fueran democráticos y no hicieran patotas".

Al final de su discurso, volvió sobre los diputados del oficialismo. Kirchner les pidió que "no tuvieran miedo" de votar el proyecto del Poder Ejecutivo. "El miedo lo tienen que tener cuando no se pueden mirar al espejo porque votaron contra el pueblo las leyes de reforma laboral, conocida como ley Banelco, y la flexibilización", dijo, y disparó una renovada ovación del auditorio sindical.

Todo fue una fiesta en la que Caló y Kirchner se prodigaron elogios. El líder metalúrgico le agradeció que lo hubiera designado secretario gremial del PJ y equiparó indirectamente a Kirchner con el general Juan Perón: "En este salón de actos donde usted se encuentra ahora, estuvo el líder máximo de los peronistas cuando regreso al país en 1972".

Por Luis Laugé
De la Redacción de LA NACION

"No saben"

El ex presidente Carlos Menem cuestionó ayer al gobierno de Cristina Kirchner, al que acusó de llevar al país a una situación de "incertidumbre total" a raíz del conflicto con el campo. "No saben gobernar. No se sabe qué va a pasar en la Argentina dentro de cuatro horas", dijo a la agencia DyN. Además, ratificó su intención de ser candidato a senador en 2009 y a presidente en 2011: "Si Dios me da salud, voy a estar".