Sobre el final de un día cargado de tensión, el Gobierno salió a aclarar la detención de los ruralistas en la ruta 14 de Entre Ríos, a criticar los piquetes y a defender las retenciones móviles que desencadenaron la protesta del campo. Sin embargo, tuvo un gesto de acercamiento. Dijo que el diálogo con el agro es posible a pesar de todo lo que pasó.
El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, empezó diciendo que "el país se ha visto sometido a un corte sistemático en muchas rutas del país", lo que "dejó sin comida a los argentinos y obligó a los productores a derramar leche" en el campo.
"Esto termina generando un clima de intranquilidad pública, afecta el normal desenvolvimiento de la Argentina en momentos en que el país tiene una gran oportunidad", sostuvo en una conferencia de prensa acompañado por el ministro del Interior, Aníbal Fernández.
Al explicar lo sucedido en Gualeguaychú, donde fue detenido Alfredo De Angeli de la Federación Agraria y otros 18 ruralistas, explicó que se llegó a esa situación luego de que los manifestantes "desoyeron" tres intimaciones. "La gendarmería, cumpliendo lo que la ley le impone, procedió a desalojar sin violencia las rutas". Y agregó que los detenidos quedaron a disposición de un juez.
Alberto Fernández sostuvo que "al Gobierno le interesa preservar la tranquilidad de los argentinos", pero que no cumpliría con eso si dejara que los cortes dejaran sin alimentos a los argentinos.


