La mayor exposición agropecuaria del país y de toda Sudamérica, Expoagro 2007, abrió ayer sus puertas, en un predio cercano a Junín. En la primera de sus cuatro jornadas, la muestra recibió a una multitud calculada en 36.500 personas. También la visitaron el vicepresidente de la Nación, Daniel Scioli; la ministra de Economía, Felisa Miceli, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, quienes viajaron específicamente para participar del tradicional corte de cintas.

Expoagro es organizada en conjunto por los diarios Clarín y La Nación. La instalación es como una extensa ciudadela levantada en medio de la llanura pampeana, a la vera de la ruta 65 y a pocos kilómetros de Junín. A los ojos de los viajeros, aparece de pronto, atrás de una lomada sembrada con maíz amarillo, a punto para la cosecha.

Ocupa nada menos que 750 hectáreas, donde puede hallarse toda cosa imaginable vinculada con el mundo agropecuario. Hasta la distancia: recorrerla a fondo puede llevar más de un día.

Prevenidos de esto, los altos funcionarios que ayer participaron de la inauguración se movilizaron sobre un carro eléctrico, de los que se utilizan en las canchas de golf, que hábilmente condujo la adscripta a la dirección del Grupo Clarín, Marcela Noble Herrera. Junto al secretario de Agricultura, Javier De Urquiza, y el intendente de Junín, Mario Meoni, partieron de un pabellón ocupado por imponentes cosechado ras fabricadas por Don Roque en Firmat, en el sur de Santa Fe.

De esa forma llegaron a la otra punta del predio, al stand del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Allí, cada uno recibió una gorrita —prenda obligatoria entre los chacareros— de manos del titular del organismo, Carlos Cheppi.

En el medio hubo sólo gestos de admiración por el despliegue de esta exposición y elogios por el desempeño actual del sector agropecuario, que este año volverá a aportar una cosecha récord de 90 millones de toneladas.

"El campo está pasando por un año excelente", sintetizó la ministra de Economía, que evitó responder a las quejas de las entidades rurales y a los cuestionamientos sobre la política de control de los precios que aplica el Gobierno.

En un marco distendido, también hubo espacio para las bromas en clave política. Con Scioli —virtual candidato a gobernador bonaerense— subido a la cabina de una cosechadora, Felipe Solá señaló: "Yo siembro y él cosecha". Felisa Miceli, que suena como candidata a secundar al vicepresidente en esa fórmula, esquivó definiciones cuando se lo preguntaron: "De eso no contesto, me da risa", comentó.

En cierto momento, Scioli cruzó saludos con el titular de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, y quedaron en mantener un próximo encuentro. "No te preocupes, Daniel, que no te vamos a pedir ningún puesto en la lista de diputados, como hacen otros sectores. Solamente vamos a hablar de política agropecuaria", le dijo el dirigente, también en tono bromista.

Los funcionarios dejaron Expoagro cuando ya la gente había dado cuenta de una gran cantidad de costillares asados durante horas sobre una de las calles laterales del enorme terreno.

Repuesto del hambre del mediodía, el público volvió a inundar las calles de tierra. Un chubasco aislado amenazó con arruinar la diversión, pero pasó rápido. Al final del día, el sol había ganado esta pequeña batalla.