Así, el acuerdo podría ser anunciado antes del plazo previsto para octubre.
Por ahora, ambos lados dicen tener un "optimismo moderado", pero "moderado"
puede desaparecer a partir de este jueves cuando los bloques intercambien las
listas con ofertas mejoradas de acceso a mercados.
Las ofertas tendrán dos etapas. Una inmediata; otra, condicionada a los
resultados de las negociaciones multilaterales de la ronda de Doha en la
Organización Mundial de Comercio (OMC). Si bien los negociadores rechazan la
expresión "light", el acuerdo con la UE tendrá una primera etapa más "blanda".
Para no caer en la misma trampa que el ALCA, Europa dirá que subsidios
agrícolas quedan para la segunda fase. Justamente el punto que más le interesa
al Mercosur. Los europeos quieren saber primero cuanto tendrán que ceder al
mundo para recién después cerrar una oferta con el Mercosur.
"La mayor parte de los productos agrícolas tendrá tarifa cero. Otra parte,
márgenes de preferencia tarifaria sobre otros países. Un grupo reducido tendrá
contingentes tarifarios y algunos productos quedarán excluídos. Así cubriríamos
la casi totalidad de los intereses del Mercosur", adelantó a Clarín uno de los
hombres clave en la negociación, el portugués Joáo Pacheco, director general del
área de agricultura de la Comisión Europea".
La respuesta del Mercosur llega basada en la reciprocidad. "Haremos ofertas
en las áreas que más interesan a los europeos. Servicios, especialmente los
financieros y en telecomunicaciones. También inversiones y bienes. Pero no les
vamos a dar más de lo que recibamos. Separaremos una parte y les diremos que
tenemos más para después. Si ellos quieren pagar en cuotas, por qué vamos a
pagar al contado?", se pregunta Regis Arslanian, negociador brasileño tanto para
la UE como para el ALCA.
El Mercosur se guarda una carta en la manga: su deseado mercado de compras
gubernamentales. Esa será la moneda de cambio contra los subsidios agrícolas de
Europa. "Estamos postergando una definición en subsidios; ellos, en compras
gubernamentales", resumió a Clarín Arslanian.
Aunque la UE haya ofrecido a principios de 2003 liberar 91,5% de las
exportaciones del Mercosur en 10 años, es en lo restante donde se concentra el
mayor potencial comercial del Cono Sur: productos como azúcar, café soluble,
carnes, jugos de frutas y granos. El Mercosur, a su vez, ofreció liberar 83,5%
de las ventas europeas, dejando lo restante en una espera de 10 años. La oferta
tampoco agradó.


