En marzo, comprar dólares fue una de las peores opciones a la hora de invertir, ya que el precio de la divisa arrancó en $ 2,94 y terminó en $2,87. Y para abril, algunos analistas vaticinan que la baja podría continuar, debido a una demanda ausente. Además, destacan, habrá muchos dólares disponibles en la plaza por las liquidaciones de los exportadores.

Por eso, los expertos del mercado cambiario advierten que es muy posible que comprar dólares continúe siendo una opción negativa a la hora de hacer inversiones que apunten a ser rentables. De esa forma, podría repetirse lo que ocurrió en marzo, cuando la divisa perdió en un mes el 3,4% de su valor.

Frente a un escenario de caída del precio de la divisa estadounidense, el Banco Central ha intentado contener la baja comprando fuertes sumas de dinero: el viernes invirtió 35 millones de dólares para evitar que el precio se derrumbara. Sin embargo, apenas si logró sostenerlo en $ 2,87 para la venta en el mercado minorista.

"El Central hace lo posible para evitar que la divisa se aleje demasiado de los $ 3, pero el mercado está ofrecido y no hay demanda", aseguró un operador del mercado. Por eso, la estrategia del organismo que preside Alfonso Prat Gay ha resultado insuficiente para sostener el precio de la divisa, aunque en el Central aseguran que lo único que les preocupa es el valor del peso.

Además, la estrategia del Central podría ser revisada, en especial porque desde el Ministerio de Economía le reclaman a Prat Gay una política monetaria más conservadora y que implique la emisión de una menor cantidad de pesos, para no correr riesgo de una inflación en ascenso, que por ahora está controlado.

Los expertos creen que si el Central insiste en emitir unos $ 100 millones por día para comprar dólares, más tarde o más temprano terminará ampliando de manera notable la base monetaria, es decir, la suma de los billetes en manos de la gente y de los depósitos en los bancos.

Mientras más dinero haya en circulación, más se estimula la actividad económica, porque se alienta el consumo. Sin embargo, esto podría traer problemas porque un crecimiento muy abrupto podría empujar los precios y disparar la inflación.

Pero si el Central aplicara una política monetaria más restrictiva, la falta de compradores podría hacer que el dólar siga bajando. En ese caso se cumplirían los presagios de los analistas que ven una divisa en baja.