La peor parte en cuanto a los acumulados pluviales se lo llevo el centro este y sudeste de ER, seguido por el noreste de BA. El registro oficial de Gualeguaychú (SMN), quedó como segunda marca para la serie del mes de marzo iniciada en 1961 (518mm). Este dato es representativo de lo que sucedió en gran parte de la zona, incluyendo el sur de Colon, Uruguay y gran parte de Gualeguay, donde los acumulados han tenido un piso del orden de los 450mm. No se quedan muy atrás Rosario del Tala y Villaguay, donde los totales promedian al menos 400 milímetros. Sin dudas una coyuntura pluvial demasiado excesiva aun considerando que la tendencia para el mes de marzo anticipaba la posibilidad de que este escenario sea validado. El noreste bonaerense se ubicó en promedios altos, pero más bien cercanos a los 300 milímetros. También se destaca un máximo importante den el centro sudeste de BA.

En el mapa es muy evidente en cuanto a la fuerte diferenciación este oeste en la distribución de las lluvias. El diseño original de la escala del mapa tenía un máximo en los 200 milímetros. En los últimos años, la escala corregida a 400 milímetros fue ganando protagonismo hasta quedar instalada. Para el sudeste entrerriano ha quedado corta. Esto mismo se observó en el noreste de SF y sudoeste de Corrientes en diciembre y enero, incluso con lluvias más abundantes. Debemos recordar que marzo es un mes de buenas lluvias, pero con 150 milímetros gran parte de la región pampeana ya categoriza sus lluvias como normales o incluso abundantes.

En la configuración que se presenta en el mapa, se observa el fuerte apretamiento de las isohietas hacia el oeste, generando una muy poco conveniente distribución del agua a lo largo del mes. Vemos como la provincia de CB quedo muy mal abastecida por las lluvias, salvando quizá algunos sectores del sudeste, donde igualmente no se logró lo normal. La lengua de lluvias más modesta toma la parte oeste de la cuenca del Salado, gran parte de la provincia de LP y casi todos los partidos de la franja costera sur bonaerense, donde vuelven a apretarse las isolineas desde la abundancia hacia la escasez. Este patrón se replica en el centro de la Mesopotamia, hacia el norte de SF y el NEA y hacia Misiones, donde, curiosamente, las lluvias fueron bastante pobres. En el NOA, hubo algunos máximos interesantes, pero no tuvieron continuidad.

Este despliegue de lluvias más modestas que tuvo el mes de marzo en vastas zonas del país no estuvo relacionado con la falta de humedad. De hecho, el ambiente húmedo reflejado en coberturas de nubes bajas, nieblas y neblinas, evidenciaron que el despliegue del aire tropical fue generalizado. Sin embargo los principales frentes que transitaron la región pampeana durante el mes, fueron desviados en forma sistemática hacia el centro este del país. En este tránsito, la franja este de BA se benefició, vemos el máximo del centro de BA, por ejemplo. Por la misma razón, la recurrencia de las ondas frontales con tendencia a estacionarse en la misma zona, generaron una retroalimentación positiva de los eventos pluviales, con una muy marcada recirculación del aire húmedo. Como mencionamos en otras oportunidades, el ambiente puede ser húmedo en las capas bajas, pero si no hay apropiados mecanismos que generen movimientos verticales, la oferta de agua se ve muy afectada. Con la misma disponibilidad de humedad, el oeste no dispuso de una dinámica eficiente y la diferencia en los milimetrajes se volvió sustancial.

Cerramos el mes con una sobreabundancia perjudicial en zonas del este y con faltantes que pueden ser complicados en el oeste si abril no da buenas respuestas. Entre ambas situaciones, la zona central del norte de BA y el sur de SF, se han beneficiado con acumulados, que aun siendo holgados, no han generado tantos problemas. La zona central, centro oeste y parte del sudeste de BA, también han tenido un premio pluvial, pro momentos excesivo, pero al presente ya resuelto. La transición hacia el mes de abril, ha dado continuidad a lo que mostro el mes de marzo. Habrá que estar atentos a posibles cambios que puedan llevar mejor nivel de agua hacia el oeste en el desarrollo de esta primera quincena, de otro modo, el sesgo negativo sobre la franja mediterránea comenzará a consolidarse.