El Centro de Corredores de Cereales de Rosario presentó ayer, jueves 12 de agosto, un trabajo de investigación en el Congreso de Aapresid en el que advierte sobre la necesidad inminente de fortalecer las instituciones de mercado en el sector agropecuario, en general, y en el granario, en particular.
“En Brasil el boom productivo profundizó el marco institucional”
El documento pasa revista a experiencias en distintos países que para superar las asimetrías optaron por dotar de una mayor institucionalidad a los mercados agropecuarios. El informe cita los casos de Brasil y Chile, dos países que apostaron por una mayor institucionalidad mientras que en Argentina la tendencia de saltear los mercados está en ascenso. “En Brasil el boom productivo profundizó el marco institucional. En 1985 se creó la Bolsa Mercantil de San Pablo (BM&F) y en 2008 se avanzó con la Fusión de la Bolsa de Valores (BOVESPA) con (BM&F)”, dijo el economista Ricardo Delgado, autor del trabajo, y añadió que en Chile la creación de instituciones se dio de la mano de la reconstrucción de un mercado hasta entonces fuertemente regulado.
“En Chile desde 1986 el gobierno comenzó a intervenir en la comercialización de productos agrícolas de la mano del COTRISA. Este no funcionaba en el marco de un monopolio obligatorio, por lo que la desregulación vino de la mano de una menor actividad de la empresa estatal. Precisamente para evitar que la desregulación reintrodujera distorsiones y asimetrías se creó la Bolsa de Productos Agrícolas (BPA) que implicó la apertura del mercado a nuevos agentes y la atomización de la oferta y demanda en el proceso de negociación, reduciéndose las instancias de intercambio bilateral que perjudicaban al pequeño productor”, señaló
Esta tendencia contraria que se da en Argentina viene siendo alertada desde el 2004 por el Centro de Corredores de Rosario. Desde la entidad rosarina insisten con que la pérdida de gravitación de los mercados institucionales es más evidente en el mercado granario donde el rol coordinador de los mercados se vio dominado los últimos años por prácticas comerciales que distorsionan la transparencia en la formación de precios equilibrados, y que de no resolverse tarde o temprano impactarán negativamente en los valores que recibe el productor. Un ejemplo de esto es el aumento de las operaciones directas y de los negocios a fijar que tampoco contribuyen al descubrimiento de los precios.
De ahí que el Centro de Corredores busque dar una vuelta de tuerca a la situación y plantee la necesidad de comenzar a desarrollar propuestas que apunten a revertir la pérdida de gravitación de los mercados, analizando nuevas estructuras y formas jurídicas que permitan dotar a éstos de una mayor institucionalidad.
Delgado señaló que si bien la larga historia institucional argentina dificulta imaginar que los problemas converjan hacia un escenario de desaparición total de las instituciones de mercado tal como las conocemos, existen experiencias regionales que muestran que la solidez institucional no debe darse por garantizada.
El caso Perú
En línea con esto mencionó el caso de Perú donde el surgimiento institucional demostró que no es espontáneo ni libre de dificultades. En 1997 comenzó a funcionar la Bolsa de Productos de Lima, y dejó de operar en el 1999.Reanudó sus operaciones en 2002, y volvió a cerrar en 2005. El último intento de reapertura fue en 2007 pero en 2009 declaró el cese de actividades.
Por último, puertas adentro, lo ocurrido en el mercado de la papa en Argentina es un claro ejemplo de cómo la desaparición de instituciones reguladoras afecta sensiblemente la equidad distributiva al interior de la cadena impactando sobre el productor que es el eslabón más débil. El trabajo da cuenta de cómo la aparición de las grandes cadenas de supermercados y de las grandes industrias, entre mediados de los 80 y principios de los 90, derivó en un crecimiento de las compras directas a los productores, con esquemas contractuales novedosos para el productor.
Los supermercados y la industria, comenzaron reconociendo precios “razonables” a los productores, para asegurarse la materia prima. Esto generó una caída en la participación de los mercados centrales en la formación del precio de la papa, un proceso similar al que se vive hoy en la comercialización granaría.
Esta pérdida de gravitación de los mercados institucionales en la formación del precio generó una caída en la representatividad del precio de referencia que, luego de un periodo inicial donde los productores fueran beneficiados por mejores condiciones, tuvo un impacto negativo sobre el eslabón más débil de la cadena motorizando un proceso de desaparición de pequeños productores y concentración de la producción.


