Como en la política, el mercado ganadero tiene un enero muy movido. La suba de la hacienda que se esperaba para fines del 2009 y principio de 2010 llegó con más fuerza de lo que muchos calculaban.

Todas las categorías de cría, invernada y gordo han tenido repuntes de precios de entre 30% y 50%. Hoy los frigoríficos están muy complicados para conseguir animales a fin de completar las faenas, y la invernada presenta una demanda firme con una oferta casi inexistente.

Durante los últimos años se recalentaba el precio de la hacienda gorda durante enero y febrero, pero lo de este año es diferente. Todavía no paró la suba. Día a día sorprende la escalada de precios. Todavía no se estabilizó el mercado.

Los novillos gordos, tanto exportación como consumo, superan holgadamente los $9 la carne, mientras que las categorías de consumo especial están arriba de los $10 la carne.
 
La invernada que la semana pasada estaba rondando los $5, ya está superando los $5,50, mientras que los pocos vientres ofrecidos, mayoritariamente parición de otoño, se cotizan entre $1700 y $2000.

Todo esto es una buena noticia para los que pudieron aguantar y seguir en el negocio. En el camino quedaron los más chicos y vulnerables, que gracias a las políticas oficiales no pudieron perdurar ni soportar los problemas climáticos de los últimos dos años.

Los criadores que tienen algunos terneros del año pasado se encuentran con un mercado que sube todos los días y con exceso de campo debido a las excelentes lluvias que se han venido produciendo. Debido a esto es que no quieren vender y prefieren meterle más kilos, a menos que tengan una necesidad financiera.

Por otro lado este año la salida del destete se va a alargar, ya que en gran parte de la zona de cría, se estiraron los servicios del año pasado por la seca y por ende por el pésimo estado nutricional, que hacía que no hubiera celos fértiles.

De más está decir todo lo que hizo el Gobierno para que llegáramos a una escasez tan importante. En estos momentos no pueden parar la suba, que ya se trasladó a los mostradores.

Igualmente se insiste con medidas anacrónicas como el control de precios y el cierre de exportaciones. Por un lado, tienen controlado al Mercado de Liniers con una lista de precios oficiales que reparte la Secretaria de Comercio. Llama la atención que los precios de venta que figuran en Liniers sean muy inferiores a los que se paga en venta directa; sin embargo, algunos productores siguen enviando a este mercado.

Por otro lado, están entregando muy pocos ROES, cosa de limitar las exportaciones y presionar a algunos frigoríficos grandes y supermercados para que entreguen cortes baratos.

Otra novedad es que es muy posible que el país incumpla la cuota Hilton. Recién se ha adjudicado el 30% de la misma y en estos momentos se paralizó el reparto por un amparo presentado a la Justicia por frigoríficos que no salieron beneficiados en el reparto actual.

Este año se cambiaron los parámetros para recibir cupo y hubo muchas empresas que quedaron disconformes con la distribución. Esta situación, más el faltante de novillos gordos hace prever que será muy difícil cumplir con los compromisos de entrega. Otro papelón.

Una nueva estrategia ganadera de los K está naufragando. Se estima que la deuda por compensaciones a los feed lots ronda los mil millones de pesos. Gracias a estos subsidios desaparecieron muchos productores que no necesitaban ayuda del Estado para engordar. Hoy no están y los que los reemplazaron esperan ansiosos una ayuda que no va a llegar.