Ante la iniciativa de cómo retomamos el camino de los 100 millones de toneladas, Gustavo Oliverio, titular de la Fundación Producir Conservando rastreó en las cifras de producción del pasado y encontró que “el único período en que cayó la producción, la productividad y el área fue en la época de la hiperinflación. Entre 1990 y 2008 los precios fueron y vinieron, pero la producción estuvo en alza. Había un cambio más profundo, tecnológico, que definía un nuevo panorama, independientemente de que los precios subieran o bajaran, la producción subía porque se aplicaba tecnología”, explicó Gustavo Oliverio.

Al referirse a las proyecciones de producción de granos, Oliverio recordó que “En 2007/8 hablábamos de 31 millones de hectáreas que se iban a sembrar (6 de trigo, 8 de maíz y 17 de soja). Llegamos de 96,5 millones de toneladas, pudimos pegar el salto desde el punto de vista productivo un par de años antes de lo que preveía la Fundación”.

Si se cumplieran los datos que planteamos, esta campaña se sembraría un 73% de oleaginosas y un 23% de cereales. Esta relación que habíamos pensado que se estabilizaría, en realidad volvieron a separarse”, dijo.

En cuanto al uso de fertilizantes, los datos de la Fundación explican que mientras en el ‘93 se consumieron 300.000 toneladas, en 2007 llegamos a más de 3 millones de toneladas, “y esto es ejemplo de uso responsable y mejora desde la producción”, dijo Oliverio. “En cuanto a la relación de aplicación y extracción de nutrientes, creció en nitrógeno (N) un 48%, 60% del fósforo (P) y se registró un sorprendente aumento en azufre (S)”.

Posteriormente, Oliverio indicó que en 2008 enrareció el ambiente un mayor control del comercio, con subsidios cruzados, las regulaciones en los mercados, la discusión por las retenciones, el desacople de los precios FOB, FAS teórico y FAS real que cobraba el productor y la inexistencia de registros oficiales que no permiten tener acceso a cifras oficiales de la última campaña.

En el caso de la diferencia entre los precios FOB y FAS teórico en 2007 había entre 40 y 60 u$S/ton menos que obtenían los productores. Eso pasó a ser un nuevo costo argentino, en la medida en que se intervienen los mercados, independientemente de los controles necesarios del Estado se generó esta diferencia”, alegó Oliverio.

En cuanto al diagnóstico de la foto actual Oliverio analizó: “Durante el 2008 hubo caída de commodities, a lo que se sumó el menor uso de los fertilizantes y la peor sequía. Argentina había sembrado 30 millones de toneladas (contra 32 del año anterior) y cosechó 62 millones de toneladas. De todos los factores que han formado la tormenta perfecta que asestaron a la producción sigue vigente el control al comercio internacional, los subsidios, está en stand by la discusión sobre la 125, la diferencia entre precios FOB y FAS se achicó un poco después del millón de toneladas que liberaron el mercado del trigo. Los precios internacionales volvieron a crecer por la presión de la demanda. El uso de tecnología está fuertemente condicionada. Hay muy poca intención de inversión en fertilizante, en tecnología y menos en maquinaria agrícola”.

Para este año las proyecciones de Producir Conservando se relacionan con soñar la vuelta a los 80 millones de toneladas. “Suponiendo que vamos a sembrar lo mismo, las correcciones de 2,2 millones de has de trigo, 2 millones de maíz (sin incluir forrajero) y 20 millones de toneladas”. Aquí, el analista puso luz de alerta al tema del fuerte crecimiento de la soja: “Esto condiciona el modelo en las próximas campañas, la argentina corre el peligro de volcarse fuertemente a la soja si los cereales no son parte del negocio. La campaña 2007/8 demostró que se puede llegar a las 100 MT. El área disponible estaba, la tecnología la hemos aplicado y sólo necesitamos un marco razonable y lógico, porque si se considera que 20 millones serán de soja, un cultivo que prácticamente no se fertiliza, es muy probable que debamos esperar una caída sensible en el consumo de fertilizantes”, adelantó.

Finalmente, Oliverio recordó que, con lo que se perdió de exportar el país (35 millones de ton aproximadamente), “este año no ingresaron 15 mil millones de dólares, que justamente es lo que hay que volver a invertir esta campaña. Con lo cual atención, porque la financiación será uno de los temas más controvertidos”, finalizó.