No todo fue aplausos y flashes, cual celebrity del espectáculo, para Cristina Fernández de Kirchner en la cumbre del G20 en Londres. En un acto conmemorativo por los caídos en la guerra de Malvinas, la presidenta de la Nación fue increpada por un argentino que lanzó, detrás de su cámara de filmación: “Cristina, dejá de robarle al campo”.

La mandataria lo miró a los ojos cuando escuchó su nombre y volteó en cuanto advirtió que se trataba de un agravio. “Dejá de robarle al campo ¿No te das cuentas que la gente se está muriendo de hambre?", gritó la persona que, luego, fue apartada por personal de seguridad.

El otro episodio tiene que ver con las relaciones internacionales. Su par norteamericano, Barack Obama, ignoró el saludo de Cristina, quien quedó con la mano extendida sobre el aire, sin respuesta del presidente estadounidense, que pasó por delante de ella para saludar al canadiense Stephen Harper, ubicado justo detrás de ella.

En la vereda opuesta, ayer, el presidente en cuestión halagó a Luiz Inácio Lula da Silva, al que calificó del “político más popular del planeta”. "A mí me encanta este tipo; le tengo gran admiración", manifestó Obama.