El Gobierno nacional anunció la semana pasada que mantendría este límite en 260 kilos, pero los productores denuncian que están siendo multados cuando intentan vender animales por debajo de los 280 kilos.

«Es como pedirle documentos a alguien que escapa de un incendio. No se puede creer que no entiendan la gravedad del tema y demoren tanto en aplicar algo que ya anunciaron», se quejó Angel Girardi, titular de la Asociación de Productores de Carne Bovina Argentina.

Desde el gobierno, informaron a este diario que la medida está a punto de aplicarse y la intensión es bajar la exigencia a 240 kilos hasta marzo, para luego subir a 260 kilos.
Distintos consignatarios coinciden en que el sector ganadero necesita con urgencia vender vacas y terneros para que no mueran en el campo.

Aún así, hasta ayer seguía sin publicarse en el Boletín Oficial la suspensión por 180 días de la Resolución 65/2008, que elevó el peso mínimo de faena de 260 a 280 kilos. La propia Cristina de Kirchner hizo el anuncio la semana pasada desde Olivos, junto a un paquete que incluyó créditos subsidiados para la compra de maquinaria, entre otros puntos.

Otras de las medidas que el campo reclama para la ganadería son la derogación de la Resolución ONCCA 42/08 que estableció el mecanismo de encaje y ROE rojo, la liberación total de las exportaciones de vacas categoría D, E y F y menudencias, y la liberación de las exportaciones de los cortes correspondientes a los cuartos traseros de novillos pesados, según consta en el petitorio que la Mesa de Enlace entregó el miércoles a la Presidente.

Mientras tanto, sí avanzan las gestiones del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, para la construcción de cinco establecimientos de engorde a corral para terneros de tambo, medida que ya generó fuertes críticas de los ruralistas y hasta del gobernador de Santa Fe, Hermes Binner.

Los cinco feed lots estatales tendrían una capacidad de 40.000 cabezas de ganado cada uno. Ya se habrían sumado a la iniciativa Swift (del grupo brasileño JBS), Finexcor (de la estadounidense Cargill) y dos empresas locales, Gorina y ArreBeef, que forman en conjunto parte del consorcio de exportadores ABC.

Engorde

También participará Quickfood, perteneciente al grupo brasileño Marfrig. Los frigoríficos exportadores dependen de los permisos que el Gobierno les otorga para despachar sus carnes, sistema que ejerce fuerte presión sobre la industria cárnica.

Los terneros de tambo se sacrifican porque se considera que sin ayuda económica es inviable criarlos ya que la raza Holando no es productora de carne, sino de hueso.

De acuerdo con el proyecto, los tamberos deberían recibir ayuda para engordar esos terneros hasta los 120 kilos.

El miércoles, Moreno se reunió con tamberos de SanCor en Sunchales (Santa Fe) y en Morteros (Córdoba) -sede que ayer fuera incendiada en un hecho que aún se investiga (ver Ambito Nacional)- para explicar las condiciones del proyecto e instar a los interesados a anotarse en el plan.

Varios productores quedaron desconcertados ya que cuando el novillo sea faenado un año más tarde recibirían un adicional, lo cual, dejaron saber, les parece improbable.

La propuesta es que reciban alimentos y $ 200 por cabeza al momento de entregar el ternero, pero sin demasiadas precisiones hubo más dudas que certezas, según manifestaron.

Ambito financiero