Argentina, el granero del mundo. El país de las vacas y el trigo. Frases hechas, slogans, historia que no se condicen con la realidad, ya que los analistas aseguran que la producción de trigo en la próxima campaña no alcanzará para abastecer el mercado interno y que las desacertadas políticas que desincentivan la cría de ganado provocarán que en el 2011 se termine importando carne.
Respecto de la carne, en sólo un año se perdieron 13 kilos en el peso promedio de faena, el stock de ganado continúa reduciéndose, la sequía provocó la mortandad de miles de animales y la falta de políticas para el sector constituyen un cóctel peligroso.
Los ganaderos sostienen que los problemas comenzaron a fines de 2005, en la administración de Néstor Kirchner, cuando se decidió limitar el piso mínimo de faena, lo que se agravó en marzo de 2006 cuando se cerraron las exportaciones, lo que le restaron expectativas al sector.
Fernando Canosa, técnico de Aacrea, maneja los siguientes números: entre 2001 y 2005 la producción de carne aumentó un 27 por ciento y el stock un 4%, mientras que a partir de 2005, si bien continuó alta la cantidad de hacienda, el stock disminuyó.
En 2007 hubo 1.200.000 cabezas menos, a lo que se suma que en estos últimos meses hubo un 50% de aumento en la cantidad de hembras faenadas y se registró una baja en el peso de faena.
Otro factor que juega en contra es que debido al avance de la soja en la zona núcleo se trasladan animales a la zona extrapampeana, donde el nivel de productividad es más bajo, perjudica la eficiencia reproductiva, de crecimiento y la calidad de la carne debido a la mayor proporción de ganado cruza.
Por ejemplo, en el noroeste y el noreste argentino de cada 100 vacas que
llegan a estas zonas se producen 21 terneros menos.
Para Ciccra, la cámara que reúne a los frigoríficos, lo más preocupante es el
porcentaje de hembras en la faena total: los datos a agosto pasado indicaban un
récord con una faena de hembras del 48,9 por ciento total.
Para la cámara empresaria "el dato más inquietante es que el índice de hembras preñadas enviadas para faena a los frigoríficos aumentó 800%. El porcentual que históricamente estuvo en torno a 0,5% pasó a 4%, lo cual revela una aceleración del proceso de liquidación".
Sin trigo
En tanto, un informe publicado por iProfesional.com revela que con la amenaza del otoño más seco de los últimos 100 años, la producción para la próxima campaña triguera podría desplomarse por debajo de las 5 millones de toneladas, el peor nivel desde 1946 y un millón menos que lo necesario para abastecer al mercado interno.
Al respecto, señala que si se hace un poco de historia, la primera vez que la producción del cereal alcanzó el millón de toneladas ocurrió en 1891.
La campaña de trigo que prácticamente está finalizada arrojó un desastroso resultado: la combinación de sequía, un complejo contexto político, restricciones a la comercialización y la suba de costos, generó que la producción del ciclo 2008/2009 alcanzara las 8,5 toneladas.
Esta cifra implicó una caída del 52% con respecto a la campaña anterior y un valor apenas por encima a la lograda hace 20 años.
Pero lo que más preocupa a los especialistas no es esta campaña, sino el complicado panorama que se le abre al cereal en el ciclo 2009/2010, que comienza en mayo.
Las razones están en que, según Stella Carballo, integrante del equipo del Instituto de Clima y Suelo del INTA, se espera que el campo padezca el otoño más duro de los últimos cien años, un escenario peor al del año 2008, cuando los meteorólogos decretaron que se trató de la estación más seca en siete décadas.
Carballo detalló que la sequía se agravará a partir de los próximos meses, porque no habrá lluvias y los suelos ya se encuentran "sin carga" de agua.
En diálogo con iProfesional.com, César Gagliardo, presidente de Artegran, sostuvo que "se espera una recomposición de lluvias al principio del otoño aunque luego se especula con un nuevo freno. Esto va a producir un violentísimo impacto sobre el trigo".
La campaña de este cereal comienza en mayo y, aproximadamente hasta mediados de junio, suele sembrarse el 15% del total. Para fines de ese mes el ciclo ideal estipula tener cultivado el 40% y ya para julio definir el 80% de la siembra.
"Mientras no se recomponga la situación hídrica, los costos sigan elevados, los precios no mejoren y el Gobierno no ponga en ejecución de medidas concretas, vamos por mal camino", alertó Gagliardo.
De este modo, desde Artegran estimaron que "el área de siembra caería estrepitosamente, con lo cual, para la próxima campaña que empieza en mayo, no descartamos que nos encontremos con una producción de entre 4 y 5 millones de toneladas".
Y esto no alcanza para abastecer al mercado local, porque según la Secretaría de Agricultura, los molinos demandan para la producción de panificados unas 6 millones de toneladas.
Puntal.com


