Rafael Edgar Mendieta, junto a su abogado Luis Horacio Custidiano, relató públicamente su experiencia laboral durante 4 años indicando que fue despedido por los propietarios del supermercado ubicado por avenida Hernandarias al 1900 cuando se mostró en contra de seguir siendo "cómplice" de las maniobras para vender carne no apta para el consumo humano.
Quien se desempeñaba como carnicero corrió la misma suerte que dos compañeros más por lo que adelantó que denunciará penalmente a la firma ya que además de no haber recibido su liquidación, aseguró que el dueño del comercio sentó como causa de despido el robo de mercaderías.
En una conferencia de prensa Rafael Edgar Mendieta puso en conocimiento de la opinión pública "una grave denuncia relacionada con el derecho a la salud de la población y la consecuente inacción de los organismos de contralor sanitaria".
De esta manera se explayó: "Soy de profesión carnicero, al igual que mis otros compañeros, y a todos nos tocó vivir una situación alarmante en el mes de octubre del 2007 ya que lo que vimos y se nos ordenó hacer dista mucho de tratarse de ser algo normal. Concretamente nosotros trabajábamos para la firma comercial supermercados Ecónomo, propiedad de Matías Cucher, en el sector carnicería de la sucursal número 4 de la firma y desde hacía tiempo atrás veníamos advirtiendo al encargado que día tras día había una importante cantidad de carne vacuna en mal estado y que por ello la dejábamos aparte.
Ante ello se nos indicó que eso se solucionaba lavando la carne con bicarbonato de sodio, lavandina y vinagre no descartando las mismas para que sean recuperables. Se nos advirtió además que bajo ningún punto de vista se debía descartar la venta de ese producto, llegando inclusive a amenazarnos con un ardid patronal de que nosotros decíamos eso porque queríamos quedarnos con la carne.
Al principio y temiendo ser despedidos, porque era nuestra única fuente de trabajo, obedecimos pero seguía latente la preocupación de que algún cliente nos denunciara a nosotros por la venta de carne en mal estado porque precisamente nosotros somos la cara visible en la carnicería.
Nunca fuimos escuchados pero la situación empeoró aún más cuando se nos indicó que esa carne en mal estado debíamos proceder al lavado en cuestión y luego condimentarlas con suficientes especias y preparar carne molida y chorizo de primera o especial y según el sobrante de carne en mal estado – en ciertos días- poner a la venta esa carne como oferta del día.
Nosotros fuimos testigos de esta situación y nos resultaba de mal gusto seguir engañando al cliente porque entendíamos que además de ser un atentado a la salud del mismo era también una verdadera estafa. Tratamos por todos los medios a nuestro alcance de no colocar el producto en mal estado, generalmente la marginábamos porque ya era hasta malsano aspirar ese olor a carne podrida sumado al penetrante perfume a lavandina que hacía de nuestra tarea prácticamente un trabajo insalubre.
A modo de ejemplo de todo lo que nos ordenaban hacer y mostrar la filosofía de estos empresarios inescrupulosos, nos hacían lavar el piso de la carnicería constantemente con lavandina para mostrar la higiene del sector.
Como si esto fuera poco, también nos tocó observar como en una cámara frigorífica de este supermercado se almacenan grandes cantidades de carnes sin certificación del Senasa e incluso aquellas compradas en negro, ignorando procedencia y condición sanitaria.
Al tornarse costumbre, en determinado momento, tanto mis compañeros como yo, le manifestamos al encargado que estábamos dispuestos a continuar avalando esta maniobra, situación que llevó a que al día siguiente sin mediar explicación ni preaviso fuimos despedidos en forma verbal iniciando las consecuentes demandas contra esta firma.
Teniendo este antecedente, con el agravante que estaba en juego la salud de la población, realizamos las denuncias pertinentes en las distintas dependencias de control bromatológico tanto provincial como municipal, al Ministerio de Salud del Chaco, a la jueza de faltas, al presidente de la Cámara de Comercio, al defensor del consumidor, observando con asombro cómo a lo largo de todo un año no se hizo absolutamente nada, ni siquiera constatar lo que denunciábamos porque las irregularidades de esta firma comercial no solo se circunscribe al tema cárnico, sino también en fiambres, quesos, lácteos, fideos, harinas, etc., los cuales en muchos casos están vencidos.
Por todo lo expuesto quiero junto a mis compañeros denunciar esta grave situación que atenta a la salud de nuestra gente, máxime cuando estos empresarios inescrupulosos se jactan públicamente de ser los primeros en la lista de comercios que operan con el Gobierno provincial.
Por último, solicitamos al Gobernador Capitanich y la ministra de Salud, Sandra Mendoza, tomen intervención en este suceso para que el mismo no se cobre una inocente víctima en el corto plazo", terminó diciendo ante los medios.
Diario Chaco


