Ruralistas analizaron el conflicto que atraviesa el sector como resultado de "las erráticas políticas agropecuarias", y vaticinaron que se extinguirán los pequeños productores y que las consecuencias se verán a largo plazo por el bajo porcentaje de preñez y parición.
"Cayó bastante agua, pero la zona más afectada es donde menos llovió. Las más importantes sucedieron sobre la costa del río Uruguay y en el Sur de la provincia", detalló Miguel Marticorena, presidente de la Asociación de Sociedades Rurales.
Mientras que Cristian Vila, de la Sociedad Rural de Goya, agregó que en Corrientes las lluvias fueron muy desparejas ya que hay lugares donde cayeron sólo 25 milímetros y en otros 300.
Además, indicó que un reciente estudio del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) mostró que el déficit hídrico es de 2.200 milímetros en los últimos cuatro años.
Con este panorama, Vila afirmó que si bien se está normalizando el régimen de lluvias, las consecuencias se verán a largo plazo por la mortandad de hacienda y el bajo porcentaje de preñez y parición.
Por su parte, Gerardo Condado, productor de Mercedes, admitió que si bien los productores están expuestos al clima, "lo lamentable es cuando se suman otros factores que no contribuyen a generar más producción, como las erráticas políticas agropecuarias".
El mercedeño dijo que la política del Gobierno nacional es lamentable y que lo único que consigue es concentrar la producción en pocas manos, con lo cual los pequeños productores terminarán desapareciendo.
Por otro lado, Marticorena añadió que hay que ver cómo evolucionan los precios internacionales para adecuarlos a la economía del país y así poder seguir produciendo.
"Hay que allanar el camino para poder seguir exportando y mantener abastecido el mercado interno. Se deben evitar políticas como la cárnica que traba los mercados", señaló el titular de Asociación de Sociedades Rurales.
Para Víctor Rey, ganadero del centro de la provincia, el problema del agro está signado también por la recarga en los campos, producto de la restricción de las exportaciones, a lo que se suman los bajos precios que se pagan por los terneros que no superan los 3,20 pesos.
Sin embargo, anticipó que las pérdidas se verán cuantificadas realmente cuando se den a conocer los datos de la última vacunación antiaftosa, donde seguramente habrá pérdida en kilogramos y menos terneros.
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