SAN MIGUEL DE TUCUMAN.- Con aires de triunfo, el kirchnerismo prepara hoy aquí su primer acto político masivo tras la ratificación de las retenciones móviles al agro en la Cámara de Diputados. La presidenta Cristina Kirchner llegará a las 12 y hablará en el hipódromo local, ante 30.000 personas, donde podría convocar al campo para que se sume al Pacto del Bicentenario.

El motivo formal de su visita, de tres horas, será la celebración del 192° aniversario de la Declaración de la Independencia.

Por ello, a las 12.30 la Presidenta encabezará un homenaje a los próceres de 1816 en la Casa Histórica. Depositará una ofrenda floral y pronunciará en el Solar Patrio un mensaje que será transmitido por la cadena nacional, por sexta vez en un mes.

El objetivo oficial consiste capitalizar en el día patrio lo que el ex presidente Néstor Kirchner considera un triunfo sobre "la oligarquía". Las retenciones al agro fueron ratificadas en Diputados y la Casa Rosada descuenta que ello se replicará en el Senado.

Poco después de las 13, Cristina Kirchner llegará al hipódromo, en el parque 9 de Julio, para encabezar un mitin masivo que le organizó el gobernador José Alperovich. Luego regresará a la Capital Federal.

No podía faltar una renovada tensión con la Iglesia: es un clásico de las fechas patrias en el kirchnerismo. El arzobispo de Tucumán, monseñor Luis Villalba, manifestó su malestar porque Cristina Kirchner decidió no participar del solemne tedeum que se hará en la Catedral local. No quiere oír homilías incómodas de la Iglesia.

"No se sabe si habrá anuncios de medidas concretas. Sí podría formular un llamado al campo para que se incorpore al Pacto del Bicentenario", dijo ayer a LA NACION una fuente del entorno de la Presidenta. Se trata del pacto entre el Gobierno, el sector privado y la CGT para fijar pautas de crecimiento, desarrollo productivo y redistribución del ingreso, además de referencias para precios y salarios.

Tras el éxito de las retenciones en Diputados, y ese impulso para su sanción en el Senado, Cristina Kirchner intentará mostrarse más amable con el agro y no irritar al hombre de campo. De hecho, el Gobierno estudia medidas para recuperar el terreno perdido, tras la crisis, en la opinión pública en general y en el agro especialmente.

Se mejorarían salarios, jubilaciones e impuestos para la clase media. Para el campo, se aplicarían créditos, compensaciones a las retenciones con menos pago de ganancias y rebajas de insumos, tal como anticipó anteayer LA NACION. Todo está en carpeta.

Opinión pública

La batalla de los Kirchner por reconquistar la opinión pública comenzó: la Presidenta envió señales de conciliatorias a los militares y afianzó su relación con la CGT.

Por ello, la visita a Tucumán adquirió relieve político. Busca capitalizar estos logros y remontar la cuesta con miras a las elecciones de 2009.

Pero la crispación en los productores rurales tucumanos no cedió. En la Casa Rosada medían ayer posibles riesgos de incidentes en el hipódromo local para no exponer a Cristina Kirchner a un mal rato.

Los militantes K cercarán por ello el lugar, en una actitud disuasiva. En la Capital, la agrupación Compromiso K ofrecerá chocolate con churros a los niños desde las 10 en su carpa de la plaza del Congreso.

Alperovich y su esposa, la diputada Beatriz Rojkés, recibirán a la Presidenta con una movilización de 30.000 personas, en la que habrá un operativo para evitar posibles desbordes de productores del agro autoconvocados. El ministro del Interior, Osvaldo Jaldo; el presidente subrogante de la Legislatura, Sergio Mansilla, y el jefe de policía, Hugo Sánchez, restringirán el tránsito alrededor del hipódromo del Parque 9 de Julio, especialmente sobre las avenidas Wenceslao Posse y Benjamín Aráoz.

El fantasma flota aquí desde la noche del sábado último cuando hubo protestas contra varios diputados oficialistas que habían aprobado las retenciones. También habrá apoyo piquetero. El legislador Héctor Romano, de Libres del Sur, agregó que "se podría acompañar a la Presidenta" desde su llegada al aeropuerto Benjamín Matienzo.

Por Mariano Obarrio
Enviado especial