WASHINGTON.- El cauce del río Mississippi, cuya crecida inundó y devastó el sudeste de Iowa, desbordó ayer nueve terraplenes artificiales y anegó tierras agrícolas. Además, ya amenaza ciudades en Illinois y Missouri, según informaron las autoridades de esos estados.

Aunque ayer el cielo estaba despejado en la mayor parte del Medio Oeste de los Estados Unidos, donde las inundaciones desde la semana pasada cubrieron más de dos millones de hectáreas de tierras cultivadas con maíz y soja, el Servicio Meteorológico pronosticó que las lluvias podrían retornar hoy a Iowa e Illinois.

Las que ya son calificadas como las peores inundaciones en 15 años en el centro estadounidense han obligado a decenas de miles de personas a abandonar sus hogares. Sus efectos en estas zonas netamente agropecuarias -menores cosechas y pérdidas en el sector pecuario- preocupan a los economistas por su impacto en el valor de los alimentos, algo que sería irreversible si se tiene en cuenta la fuerte suba de los precios del maíz, que día tras día supera niveles récord en la Bolsa de Chicago.

Sólo en Iowa murieron en las últimas semanas por lo menos 17 personas a causa del temporal y fueron destruidas cosechas por más de mil millones de dólares.

Defensas en riesgo

El Cuerpo de Ingenieros del Ejército, que opera las esclusas, compuertas, diques y presas en los ríos de los Estados Unidos, identificó al menos 26 terraplenes que ya están bajo las aguas o a punto de ser rebasados, y que resguardan unas 116.000 hectáreas de excelentes tierras agrícolas.

La brecha en un terraplén junto al Mississippi, en Burlington, Iowa, dio un alivio a los residentes del área de Grafton, en Illinois, que están río abajo. "Es terrible decirlo, pero la brecha en el terraplén allá nos ayudó a nosotros acá", dijo al diario St. Louis Post-Dispatch Greg Medford, residente de Jerseyville, quien ayer fue a Grafton a ayudar en la colocación de bolsas con arena alrededor de la tienda de su padre.

Los casi 50 habitantes de Meyer fueron evacuados y se calcula que las aguas cubrirán unos 125 kilómetros cuadrados de tierras cultivadas.

"Todos los habitantes fueron evacuados a salvo", dijo Julie Shepard, de la agencia de emergencias del condado Adams, al diario Herald Whig , de Quincy, en Illinois. "Es algo que destroza el corazón: uno trabaja duro por tanto tiempo y todo queda en nada", dijo al mismo diario Glenn Orr, quien ha cultivado una granja en el área de Meyer durante casi toda su vida.

Orr, de 81 años, ha sobrevivido a las inundaciones mayores de 1944, 1951, 1960 y 1993, y aunque él y su esposa se habían trasladado a tierras altas en Lima después de la última inundación, él se subió al terraplén el martes para ayudar en los esfuerzos de contención. "Ya tengo demasiados años y no es mucho más lo que puedo hacer", dijo al diario. "Pero allí estuve. Es, simplemente, que hay demasiada agua", lamentó.

La gran vía

Las aguas también rebasaron los terraplenes de contención del Mississippi, la mayor vía de navegación fluvial en los Estados Unidos. Por esto, las autoridades repitieron su llamado a los residentes en el condado de Lincoln, de Missouri, para que abandonaran sus casas. Andy Binder, vocero de la Agencia de Emergencias en ese condado, dijo que se espera que varias áreas en Foley, Winfield, Elsberry y Old Monroe queden bajo las aguas esta semana cuando la cresta de la inundación siga su lento avance hacia el sur.

El río Mississippi es el principal canal para los granos desde los campos del Medio Oeste estadounidense hasta las terminales de exportación en el Golfo de México. El último año se transportaron 68 millones de toneladas de granos y subproductos a través de él.

En varias partes de Missouri e Illinois miles de residentes, soldados de la Guardia Nacional, bomberos y hasta reclusos de prisión seguían trabajando ayer, como lo han hecho durante varios días, apilando bolsas de arena y maderas en diques improvisados para contener la inundación.

El presidente estadounidense, George W. Bush, realizará hoy una visita a las zonas afectadas por las inundaciones y ordenó a las agencias federales que provean ayuda para vivienda de emergencia y la recuperación de la agricultura.