Los ingenieros agrónomos Omar Polidoro y Alfredo Calzolari del Inta Pergamino, evaluaron en ensayos comparativos de rendimiento a cultivares comerciales en el período 2003/2004. Determinaron que los rendimientos promedio variaron entre los 3.500 y 6.000 kilogramos por hectárea (kg/ha).
Con la finalidad de utilizar como referencia a los resultados obtenidos en la Red de Ensayos de Evaluación de Cultivares sembrados en una veintena de ambientes, los ingenieros agrónomos Omar Polidoro y Alfredo Calzolari, del Inta Pergamino, elaboraron un pormenorizado informe en el que se evalúan los cultivares de trigo en el período 2003-2004.
El estudio tuvo como objetivo evaluar el comportamiento de un grupo de variedades comerciales de trigo con el fin de lograr conclusiones que permitan una mayor orientación a asesores técnicos y productores en general a la hora de decidir sobre la elección de cultivares para la próxima siembra. Todos los detalles de esa investigación pueden consultarse en la página web del Inta: www.pergamino. inta.gov.ar/novedades.htm o al e-mail del área de Mejoramiento de Trigo: pertrigo@ pergamino.inta.gov.ar.
La Red está formada por ensayos comparativos de rendimiento integrados por variedades de Ciclos Intermedio y Largo y de Ciclo Corto, sembrados en diferentes fechas de acuerdo con su ciclo evolutivo.
El tamaño de las parcelas es de 7,70 metros cuadrados con tres repeticiones. La densidad de siembra va de los 280 pl/m2 logradas en las fechas de siembra tempranas hasta 350 pl/m2 en aquellas sembradas más tarde. Estos ensayos están distribuidos en la Región Triguera cuya extensión comprende aproximadamente una longitud de 1.600 kilómetros de norte a sur y de 650 kilómetros de este a oeste.
Específicamente los ensayos sembrados en la EEA Pergamino se realizaron en un suelo de fertilidad media al que previo a la siembra se le agregó 50 kg/ha de fosfato diamónico y 150 kg/ha de urea al 46%, incorporados con una pasada de cultivador y rastra de dientes.
Para observar el efecto de las enfermedades sobre el rendimiento y la calidad comercial de las variedades, se realizó una duplicación del ensayo a la cual se trató con fungicidas utilizando una mezcla de Tebuconazole 25% más Azoxirtrobina 250 g/l, a la dosis recomendada comercialmente.
El momento de la aplicación fue entre el desplazamiento de la hoja bandera y espiga embuchada (próxima a emerger).
Las condiciones climáticas en las cuales se desarrollaron los mismos se caracterizó por la abundante humedad acumulada en el perfil del suelo a causa de las lluvias producidas durante los meses de febrero, marzo y abril, que superaron en promedio en un 35,3% a la media histórica (gráfico 1) permitiendo que el trigo sembrado en épocas más tempranas, específicamente durante junio, tuviera una excelente germinación.
No ocurrió lo mismo con aquellos materiales de ciclo precoz sembrados durante julio en los cuales se notó una germinación deficiente, no debido a la falta de humedad, sino a que durante ese mes ocurrieron dos lluvias intensas de 50,5 y 57,6 milímetros que ocasionaron un encharcamiento y compactación del suelo perjudicando aquellos ensayos que no habían germinado.
En cuanto a las conclusiones, los técnicos aseguraron que los rendimientos promedio fueron muy buenos para todos los casos, variando entre los 3.500 y 6.000 kg/ha.
La expresión del potencial de rendimiento fue mayor en aquellas variedades de Ciclo Intermedio y Largo. "Es posible que ello se deba a que las variedades precoces hayan sufrido más el estrés hídrico durante el período de macollaje-encañazón e inicio del llenado de grano", manifestaron.
En el rendimiento de las variedades en los diferentes ambientes, se observó que algunas respondieron favorablemente, indistintamente en el norte como en el sur de la Región Triguera. Mientras que hubo otras en que su comportamiento fue específico para una de las dos áreas mencionadas anteriormente.
Respecto a la calidad comercial, el resultado del estudio indicó que fue muy buena, "con excelentes pesos hectolítricos y pesos de 1.000 semillas, mayores que lo normal. Para estas dos características y considerando los promedios de las variedades no se observaron diferencias notables entre los ciclos de los cultivares, las épocas de siembra y entre tratamientos sin y con fungicida", señalaron.
Otro dato interesante surgido del estudio indicó que las enfermedades no se desarrollaron con elevada intensidad, "posiblemente por las condiciones de sequía presentes durante el período reproductivo del trigo, lo que motivó que las infecciones iniciales de patógenos del tipo de Septoria tritici y Drechslera tritici-repentis que producen lo que se conoce vulgarmente como Manchas foliares, sólo alcanzarán niveles de baja intensidad", explicaron.
"El desarrollo -prosigue el informe- de la roya de la hoja (Puccinia triticina) fue tardío y moderado. Es muy posible que por la falta de lluvias asociadas a las bajas temperaturas se observen síntomas no muy intensos del Tizón bacteriano. Finalmente no hubo coincidencia entre la floración del trigo, con períodos prolongados de alta humedad relativa y temperaturas entre los 22-25° C como para que se desarrollara la Fusariosis de la espiga".
El fungicida no mostró efectos favorables sobre los pesos hectolítricos y el peso de 1.000 semillas. En el rendimiento, con la aplicación de fungicidas se notó un aumento de cierta importancia sólo en unas pocas variedades de ciclo intermedio y largo no pasando lo mismo para las de ciclo corto en las que las ganancias fueron leves.

- Conclusiones: En resumen se puede decir que los factores que incidieron en la expresión de los buenos rendimientos y calidad comercial en la campaña agrícola 2003/04 en el área de Pergamino, serían los siguientes.
Las lluvias fueron muy escasas pero se produjeron en los momentos cuando el cultivo más las necesitaba, esto también fue ayudado por las napas freáticas altas debido a las abundantes lluvias ocurridas en los meses de fines de verano y otoño de esta campaña que sumadas a las del año 2002 fue muy bien aprovechada por la planta de trigo.
La falta de lluvias hizo que no se produjera un lavado del nitrógeno, lo que facilitó que la planta aprovechara muy bien el fertilizante aplicado.
Las temperaturas diurnas moderadas, con noches frescas y alta luminosidad, hizo en general que la planta completara bastante bien el llenado de grano.
Las condiciones climáticas mencionadas anteriormente, sumadas a la poca humedad ambiente, hizo que no se desarrollaran altos niveles de enfermedades.