En la campaña 2003/2004 el propietario de un campo con buena aptitud agrícola ubicado en la zona de Santa Isabel (región Sur de Santa Fe) hubiera recibido u$s303 por hectárea en caso de haber alquilado su establecimiento en un valor de 15 quintales por hectárea de soja, efectivo con tres pagos trimestrales (efectivizados en julio y octubre del 2003 y enero del 2004).

Asimismo, el ingreso hubiera sido de u$s324 por hectárea en caso de haberlo alquilado en 16 quintales/ha (ver Cuadro 1). El único acuerdo a porcentaje que podría competir con tales valores de alquiler sería de 45% y con un rinde elevado en términos históricos del orden de los 37 quintales/ha. En el caso del maíz se presenta la misma situación.

Según Guillermo Traverso, asesor de CREA Santa Isabel, en general, el cultivo de soja de primera se encuentra en buen estado en la zona de influencia del establecimiento, con rindes proyectados para el ciclo 2003/2004 del orden de los 35 quintales por hectárea.

El modelo evaluado indica, por lo tanto, que la relación riesgo/beneficio de un contrato a porcentaje de la campaña 2003/2004 no lograría superar las ventajas de un alquiler fijado en 15 o más quintales de soja por hectárea.

Región Oeste

Para poder comparar quién fue el que realizó el mejor negocio a la hora de comparar, se tomó el caso del área de 9 de Julio, con un alquiler a 10 quintales/ha de soja de un campo con buena aptitud agrícola. En este caso, se hubieran generado ingresos de u$s202 por hectárea en el ciclo 2003/2004. Y hubiera obtenido u$s223/ha en caso de haberlo alquilado en un valor de 11 quintales por hectárea de soja.

La situación de la soja de primera en los campos de buena aptitud agrícola del área de influencia del CREA 9 de Julio es favorable en general, con rindes proyectados del orden de los 30 a 35 quintales por hectárea, según Nicolás Capelle, asesor del grupo.

En tal escenario, un acuerdo a porcentaje de entre 40 y 45% sería bastante competitivo –en el corto plazo– con un contrato de alquiler fijado en quintales de soja por hectárea.

Y un acuerdo a porcentaje sería mucho más conveniente respecto del alquiler en el caso de un cultivo de maíz con rindes superiores a los 80 quintales por hectárea-