Las últimas precipitaciones registradas en la provincia fueron favorables para los cultivos en general; especialmente para la soja, uno de los más afectados por la sequía. Hubo lluvias en el este y en el sur de la provincia, las zonas que más sufrieron el impacto de la falta de humedad.
El consultor agropecuario Oscar Ricci reveló a LA GACETA que las precipitaciones les vinieron muy bien a las sojas tardías, del grupo 8, que se sembraron en enero.
“Se beneficiaron principalmente los que sembraron del 10 de enero en adelante”, indicó. Dejó en claro que se trata de mucha producción, caracterizada por plantas de bajo porte, con rendimientos limitados, y que estaban en situación muy complicada por la sequía. “La lluvia -agregó- obligó a que se suspenda, por el momento, la cosecha de la soja en Tucumán”.
Ricci señaló que en la última semana se registraron lluvias con un rango amplio de milimetraje en toda el área sojera, de entre 10 y 100 milímetros. “Las últimas precipitaciones -añadió- rondaron entre los 20 y los 30 milímetros”.
“Estas lluvias permitirán que mejoren los rindes de los grupos largos, que se pensaba que serían muy pobres”, acotó el especialista.

Gran variabilidad

El jefe de la sección Granos de la Estación Experimental, Mario Devani, recalcó que hasta ahora se cosecharon los lotes de grupos cortos, que se sembraron hasta mediados de diciembre. “Se puede apreciar gran variabilidad en los rindes obtenidos hasta la fecha, con valores que van de los 500 hasta los 2.500 kilos por hectárea. Esto depende fundamentalmente de la ubicación del campo, del antecesor, del manejo agronómico del campo y de la fecha de siembra del cultivo”, subrayó.
El experto anticipó que esta gran variabilidad de los rindes será una constante a lo largo de la cosecha, ya que el cultivo estuvo sometido a estrés hídrico y/o térmico de características casi permanentes, lo cual afectó en forma irregular a las distintas localidades de la provincia. “La condición climática imperante en un ciclo de cultivo caracterizado por períodos de precipitaciones con registros muy variables de acuerdo con la zona y dentro de una misma zona, seguido por un período de estrés hídrico y térmico, es la responsable de los bajos rindes del cultivo”, explicó Devani.

Fenómeno generalizado

El titular de la sección Granos de la Experimental hizo hincapié en que la disminución de los rindes por la sequía no es algo privativo de Tucumán, sino que el fenómeno se observará en todo el país. “En Salta, en todo el departamento Anta, se esperan pérdidas de entre un 40% y un 50% de la soja”, remarcó Devani.