Si bien el incremento del 6,43 % fue menor al esperado inicialmente, nuestra provincia fue la única en el país que registró una variación porcentual positiva. Hubo fuertes mermas en Córdoba, La Pampa y Buenos Aires.

Las perspectivas eran superiores al inicio de la campaña pero, otra vez, la soja desbancó a sus cultivos competidores. La superficie sembrada con sorgo en el presente ciclo agrícola entrerriano llegó a 69.500 hectáreas, cifra que significa un incremento del 6,43 % respecto de la zafra anterior.
Al comenzar la presente campaña, destaca un informe de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, “las primeras evaluaciones hacían prever, en el ámbito provincial, un incremento importante en el área destinada al cultivo de sorgo. La falta de precipitaciones que caracterizó al presente ciclo, manteniendo las reservas hídricas de los suelos dentro de valores muy ajustados, condicionó el progreso sostenido de la implantación de este cultivo, revirtiendo la decisión de los productores en beneficio de la soja, producto de los elevados precios internacionales”.
La entidad cerealista, como cada año, dio a conocer los datos del relevamiento del área sembrada con sorgo por departamento, al tiempo que efectuó un análisis de la evolución del hectareaje sembrado desde la campaña 2000/01 a la 2003/04, con datos estimados por el Proyecto Siber. Ese estudio, precisamente, indica que la tasa de crecimiento entre los ciclos extremos de la serie arroja una variación positiva del 8,08 %.

A NIVEL NACIONAL. La superficie sembrada con sorgo a nivel nacional, en tanto, alcanzó en esta campaña las 538.126 hectáreas, experimentando una disminución del 9,21 %, respecto a la campaña 2002/2003, que fue de 592.740 hectáreas (según datos de Secretaría de Agricultura de la Nación).
Del análisis comparado de las dos últimas campañas se desprende que todas las provincias han disminuido el área destinada a la siembra de sorgo, siendo Córdoba, La Pampa y Buenos Aires las que experimentaron mayor merma con variaciones negativas del 28,09 %, 23,40 % y 20,39 %, respectivamente, mientras que Chaco y San Luis mantuvieron los mismos guarismos respecto al ciclo 2002/03. Sólo Entre Ríos ha obtenido una variación porcentual positiva del 6,43 %, con una participación en el área implantada a nivel nacional del 12,92 %.
Las estimaciones por departamento elaboradas por la Bolsa de Cereales de Entre Ríos fueron realizadas sobre la base de imágenes de los satélites Landsat 5 TM y Landsat 7 ETM, que fueron provistas por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), en conformidad con el convenio marco suscripto por ambas instituciones.

ESTIMACIÓN DEL ÁREA SEMBRADA POR DEPARTAMENTO (2003/04)

DEPARTAMENTO HECTÁREAS
Colón 1.300
Concordia 1.900
Diamante 2.100
Federación 800
Federal 4.700
Feliciano 1.500
Gualeguay 5.900
Gualeguaychú 8.100
La Paz 8.200
Nogoyá 7.400
Paraná 8.500
San Salvador 1.700
Tala 4.200
Uruguay 4.300
Victoria 1.400
Villaguay 7.500
Total 69.500

El dato

12,92 POR CIENTO
fue la participación de Entre Ríos en la superficie sembrada con sorgo en todo el país en el ciclo 2003/04.

Evolución del área sembrada

EN LA PROVINCIA
CAMPAÑA TOTAL (HAS) VARIACIÓN (%)

2000/01 64.300 ***
2001/02 48.600 - 24,42
2002/03 65.300 34,36
2003/04 69.500 6,43

A NIVEL NACIONAL
PROVINCIA 2002/03 2003/04 VARIACIÓN (%)

Buenos Aires 25.125 20.000 - 20,39
Córdoba 143.750 103.370 - 28,09
Santa Fe 181.100 169.100 - 6,63
La Pampa 18.800 14.400 - 23,40
Santiago del Estero 73.500 69.000 - 6,12
Chaco 40.000 40.000 0
San Luis 36.000 36.000 0
Total país 592.740 538.126 - 9,21

Un cultivo clave en la rotación

Pese a que los productores entrerrianos, seducidos por los elevados precios internacionales, optaron mayoritariamente por la soja, el sorgo aparece como una alternativa muy importante en la necesaria rotación de cultivos para lograr la sustentabilidad del sistema agrícola. Ese es el mensaje que en los últimos tiempos se han esforzado en trasmitir los técnicos, tanto del ámbito estatal como del privado, ante la fuerte y peligrosa tendencia hacia el monocultivo sojero.
Vale recordar, en este sentido, que con aplicación de tecnología y un manejo adecuado es posible obtener excelentes rendimientos en las trillas de sorgo, un cultivo que, además, aporta rastrojos al suelo y tiene ventajas respecto de otras alternativas en las zonas marginales de la provincia. Es especial para los suelos vertisoles y en la actualidad existen materiales excelentes, con muy buen potencial de rendimiento y bajo contenido de tanino.
Para que los rindes sean superiores, los técnicos recomiendan sembrar lo más temprano posible —a fines de septiembre— , a 18 grados de temperatura en el suelo, y cosechar a fines de enero o febrero.
Siembra directa, fertilización y control de malezas, recuerdan, son fundamentales para que el sorgo pueda expresar todo su potencial de rendimiento.