SAN PABLO.- La Argentina se aseguró hasta mañana el suministro de energía eléctrica por parte de Brasil, y a partir del lunes y durante todo el mes los generadores privados brasileños continuarán con el envío de electricidad hacia el lado argentino "a precio de costo".

El gesto del gobierno de Brasil fue obtenido ayer por el secretario de Energía argentino, Daniel Cameron, después de una reunión de casi seis horas que se extendió hasta las 21 en el despacho de la ministra de Minas y Energía de Brasil, Dilma Rousseff. "Viajé porque estaban surgiendo algunos malos entendidos sobre la posición de Brasil, y el presidente [Néstor] Kirchner me pidió que viniera a discutir el tema personalmente", le dijo Cameron a LA NACION por teléfono anoche desde Brasilia, en una pausa de la negociación con las autoridades brasileñas.

"Todavía nos falta definir el precio al que Brasil nos va a enviar cada megawatt a partir de la semana que viene y durante un mes", comentó. La negociación continúa hoy.

Durante la reunión se discutieron también las características de la licitación que realizará el gobierno argentino durante este mes, para que a partir de mayo generadoras eléctricas brasileñas comiencen a venderle energía a la Argentina durante un período de noventa días. "Lo que estamos negociando ahora son las características que deberá tener el pliego de licitación, para que todo quede muy claro. El gobierno brasileño está definiendo hasta dónde le permitirá llegar a sus comercializadoras de energía", aclaró.

Cameron se aseguró que el suministro eléctrico desde Brasil continúe hasta mañana a la medianoche. "A partir del lunes la energía llegará a precio de costo, sin ganancias, enviada por empresas privadas brasileñas y a un valor que estamos discutiendo con el gobierno de este país. Claro que nosotros podremos aceptar o no ese valor", expresó Cameron.

"Por ahora, lo que seguiremos recibiendo es hasta 500 megavatios", dijo el secretario de Energía argentino. La construcción de infraestructura para ampliar la capacidad de recepción -del lado de Brasil las líneas permiten transmitir hasta 2000 megavatios- no está siendo considerada.

"Los tiempos que demandarían construir nuevas infraestructuras para eso no son compatibles con las necesidades puntuales de los próximos meses. Pero ése es un tema que ya tenemos agendado para tratar cuando se programe la construcción de nuevas líneas de transmisión", dijo Cameron. No hay fecha establecida para eso.

El gobierno brasileño demostró una vez más que está dispuesto a pagar el precio que conlleva pretender un cierto liderazgo regional. La primera vez fue hace pocos días, en Río de Janeiro, al aceptar firmar el documento junto con la administración Kirchner en el que se propone que en los acuerdos con organismos multilaterales de crédito, como el Fondo Monetario Internacional, los gastos del sector público en infraestructura no se computen para calcular el resultado fiscal. Si bien el documento bordea la retórica, la sola presencia de Brasil al lado de la Argentina en una demostración crítica hacia el FMI fue un logro para la posición argentina.

Ahora, con la respuesta solidaria en el suministro de energía eléctrica, Brasil pasa por alto normas burocráticas para atender el pedido del gobierno argentino. Vuelve atrás, incluso, en la posición defendida el lunes por la ministra Rousseff, que había aseverado en tono firme que únicamente se le transmitiría energía eléctrica a la Argentina "después de hacer proyecciones y estudios" que confirmaran que esa energía no le iba a hacer falta a Brasil. El resultado de esos estudios sólo estaría listo a mediados de mes. Ayer, tras horas de negociación, Brasil decidió mantener abierto el flujo de electricidad hacia su principal socio del Mercosur.

Por Luis Esnal
Corresponsal en Brasil