Las siembras de soja y maíz van camino a su cierre en los próximos días, luego de meses con sucesivos retrasos respecto a años anteriores. La falta de lluvias en un marco de escasa humedad de suelos, debido al tercer año Niña consecutivo, se hizo sentir sobre los avances de siembra a lo largo de los últimos meses.

En este sentido, sobre mediados de octubre el avance de plantación de maíz se ubicaba cómodamente por debajo del año anterior y lejos de los promedios históricos de siembra.

Consecuentemente, con este avance de siembra más rezagado, el mayor volumen de ingreso de maíz a las industrias y puertos argentinos se espera más cerca de junio que de marzo. El volumen de siembra de maíz tardío ha sido histórico. Aproximando una fecha de corte entre temprano y tardío a mediados de octubre, esta situación puede verse con claridad, más allá de que las ventanas de siembra pueden variar entre regiones.

La soja también mostró demoras sustanciales en su siembra, y la falta de agua en ambos cultivos aspira a recortar los rindes con fuerza. En este sentido, como bien destacó hace algunos días la Guía Estratégica para el Agro (GEA – BCR), se esperan producciones en torno a las 42,5 Mt para maíz y 34,5 Mt para soja en la campaña gruesa 2022/23. Ello implica, a la fecha, recortes cercanos al 17% y 18% interanuales, respectivamente.

En este marco, la cautela sigue reinando en la dinámica comercial de los granos gruesos. Debemos remontarnos a las ventas previas de la campaña 2001/02 para encontrar un volumen de comercialización de soja nueva tan bajo, al tiempo que la comercialización de maíz está en mínimos del año 2016/17. Más aún, el impacto de la sequía también debemos buscarlo en las compras a fijar de soja y maíz. En este sentido, el 56% de las ventas de maíz tienen precio por fijar, un máximo desde el año 2013/14; en tanto que casi el 74% de la soja vendida todavía no tiene precio. Si bien este número se encuentra levemente por debajo de la misma semana del 2022, aun así se aleja del promedio del 57% de los últimos cinco años.

La sequía también impacta con creces sobre las ventas externas del maíz argentino. Por más de que el volumen de equilibrio del maíz 2022/23 se mantenga en 20 Mt, no se anotan DJVE de maíz nuevo desde noviembre pasado. La campaña 2022/23, que en junio pasado mostraba la mayor comercialización de maíz nuevo de la historia para esa fecha, ya ha quedado rezagada respecto a las últimas tres campañas.

En este marco, la cautela comercial persiste en el Mercado Físico de Granos de la Bolsa de Comercio de Rosario. Si bien se registra más movimiento de maíz que de soja, la actividad comercial en el recinto de operaciones se mantiene con discreción. No conforme con ello, el fin del Programa de Incremento Exportador II (PIE II o Dólar Soja II) en enero pasado significó una merma en los volúmenes de comercialización de la soja ya cosechada.

En lo que hace al mercado de futuros, el mercado de Chicago fue en la semana un factor de peso para explicar las bajas en el mercado local. Dado a conocer el informe mensual de Estimaciones de Oferta y Demanda del Departamento de Agricultura de EEUU (USDA, por sus siglas en inglés), las existencias finales de soja estadounidense se ubicaron por encima de las descontadas por el mercado para la campaña 2022/23, lo que dio presionó los precios, en una tendencia que hasta ahora venía muy alcista por la propia sequía argentina.

La soja mayo en MatbaRofex bajó US$ 10/t esta semana, para ubicarse en US$ 374/t. Además, la soja disponible mostró fuertes subas el día de ayer. Por su parte, tanto las posiciones Maíz Abril así como Maíz Julio en MatbaRofex mostraron leves oscilaciones en la semana, cerrando en torno a los US$ 258/t y US$ 232/t respectivamente.

Camino a los récords: las exportaciones de maíz brasilero en enero fueron las más altas de la historia

Luego del WASDE de este miércoles, los precios internacionales se mostraron sin los fuertes sobresaltos que algunos operadores avizoraban al comienzo de la semana. Además de la sequía argentina, el otro foco de atención del mercado está en la cosecha récord de Brasil. Con un panorama diferente al de nuestro país, Brasil avanza camino a convertirse en esta campaña en el primer exportador mundial de maíz. El gigante sudamericano, que ya había destronado a los Estados Unidos como principal productor y exportador global de soja, aspira a exportar 50 Mt de maíz esta campaña 2022/23, por encima de las casi 49 Mt que se proyectan para los Estados Unidos.

Como preanuncio de esta cosecha récord, en nuestro vecino y principal socio comercial comienzan a liquidar inventarios para dar paso a la venidera campaña maicera y sojera, ambas camino a ser las mejores de la historia de Brasil. En este sentido, el pasado mes de enero fue el de mayor exportación de maíz de la historia de Brasil, duplicándose con creces respecto al año anterior. No conforme con ello, el line up de embarques para febrero se acerca a los 2,3 Mt, triplicándose respecto a la exportación del año pasado. De cumplirse estos guarismos, nos encontraríamos con el segundo febrero de mayores exportaciones maiceras de la historia de Brasil, sólo detrás del febrero del 2016.

Sin embargo, el exceso de lluvias de los últimos días viene demorando las tareas de cosecha gruesa en el Brasil. La safra, o cosecha de maíz temprano, alcanza el 9,1% del área sembrada a principios de febrero, por debajo del 14,6% del año pasado. Asimismo, la cosecha de soja para la misma fecha se acerca al 9%, lejos del 17% a esta misma altura del 2022. La demora de cosecha de soja redunda necesariamente en un retraso en la siembra de la safrinha (maíz tardío o de segunda), que no supera el 11% del área al 4 de febrero, lejos del 22,4% que totalizaba el año pasado, de acuerdo con datos de la Conab. Una safrinha récord sembrada tarde podría ser un factor bajista para los precios del maíz a mediados del año, ya que éste tiene un mayor enfoque exportador que la safra.

Por Guido D’Angelo – Javier Treboux – Emilce Terré
Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario