Hubo acumulados puntales de más de 160 mm. La buena noticia para las camas de siembra no alcanza para sumar más lotes con el cereal. En muchas localidades ya dan prácticamente terminada la siembra de trigo. Lentamente comienza la cuenta regresiva del cierre de la ventana de siembra. El trigo no reacciona y sigue “tendido en la lona” resignado a perder el 30 % del área sembrada en el ciclo pasado.

Importantísimas lluvias, aunque muy dispares, alcanzaron a la región núcleo en este último fin de semana. La recomposición de la humedad superficial beneficio los cultivos implantados de trigo que ahora se evalúan con la condición excelente a muy buena en el 75% de los cuadros de la región. Sin embargo, las lluvias pasaron de largo por Córdoba o apenas descargaron unos escasos 10 mm. La sequía superficial del perfil frenó la siembra y comienza a afectar al cereal. Buenos Aires y Santa Fe recibieron acumulados muy fuertes, pero variados, que van desde los 20 mm, hasta más de 160 mm como en Colonia Medici y las Rosas. Le sigue en Buenos Aires, Lincoln que registró 90,4 mm. El 10% de los cuadros trigueros de la región está iniciando el macollaje, el resto se reparte entre emergencia y foliación. Mientras tanto, el avance de la siembra de trigo es del 78%. Al trigo le queda un largo mes por delante pero, aunque hay localidades que manifiestan que por estas lluvias incluirán algunos lotes más, el fenómeno es más bien aislado dentro de la constelación de productores. Se indican en general valores más bajos de intención de siembra, resistencia al cambio de semilla para obtener ciclos cortos, escasa fertilización y un “se verá en macollaje” si se decide un empujón extra de nitrógeno sujeto a cambios que favorezcan los números del trigo. Los signos siguen contrariando la posibilidad de dar un giro a esta siembra triguera de la zona núcleo. La intencionalidad de trigo incluso podría perforar la actual marca que indica una baja del 30% en el hectareaje con el cereal.

La campaña de verano sigue sin mostrar cambios y hay una profunda preocupación en el sector por la baja rentabilidad que proyectan todos los cultivos. Por otro lado, la incertidumbre es el denominador común de la campaña 2015/16. Las ventas de insumos son “a cuentagotas”; se compra lo justo y necesario para el barbecho y se postergan los pagos y las decisiones comerciales. En algunas zonas sigue habiendo mucho movimiento con el tema de alquileres, sobre todo con las renegociaciones. Los cambios en los valores se encuentran con una resistencia enorme pero la presión de los bajos márgenes lentamente se impone con algunas mejoras modestas en los contratos pero fundamentales para seguir produciendo.

El maíz de segunda y los tardíos siguen adelante, con la cosecha marcando un avance del 62%. Los resultados siguen siendo muy alentadores y se mantienen en la marca de los 84 qq/ha.


Agua útil en pradera al 2/7/15