La siembra de maíz para grano comercial, que empezará en septiembre, podría registrar una baja en la superficie por cuarto año consecutivo.

En los pasillos de Maizar 2015, un congreso que organizó ayer y anteayer la Asociación de Maíz y Sorgo Argentino, productores, proveedores de insumos y analistas coincidieron en que las perspectivas para la nueva siembra no son alentadoras.

Los precios no acompañan. La posición abril 2016 para la nueva cosecha muestra una caída de US$ 34 por tonelada, 22% menos respecto de igual fecha de 2014. Además, los costos para producir el cereal se mantienen inflexibles a la baja, salvo algunos reacomodamientos en semillas. Y por el lado del Gobierno, no hay señales sobre la apertura de nuevas exportaciones o de reducción de las retenciones del 20% que paga el cultivo.

Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en el ciclo 2014/2015 se implantaron 3,4 millones de hectáreas de maíz para grano comercial. Para la nueva siembra, proyecciones preliminares en el sector estiman un recorte de entre 10 y 15%. La merma iría así de 340.000 a 510.000 hectáreas y el área total podría quedar por debajo de los 3 millones de hectáreas.

Hay estimaciones más pesimistas de que la merma podría ser mayor. Hace cuatro campañas la siembra para grano comercial rondaba los 3,95 millones de hectáreas.

"Posiblemente haya una merma del 10 al 15% en el área sembrada. Hoy necesitamos que nos eliminen los cupos, las retenciones y todo tipo de trabas a la exportación. Con eso en la mano podemos empezar a conversar sobre cómo seguir con el maíz", dijo a LA NACION Gastón Fernández Palma, presidente de Maizar.

Hace diez días, los directivos de Maizar se reunieron con el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Le pidieron autorizar más exportaciones. Sin embargo, hasta ahora no tuvieron una respuesta a la solicitud.

Los productores están tratando de terminar la cosecha de la última siembra con resultados muy buenos a nivel productivo, pero de quebrantos en el plano económico.

"Estamos cosechando 90 quintales por hectárea en campo alquilado, algo muy bueno, pero perdiendo 100 dólares por hectárea", graficó el productor Manuel Ron, productor de la zona de Río IV, Córdoba. En esa región, según Ron, la merma en el área podría ser de un 40%.

El desánimo entre los productores viene reflejándose en la venta de semillas de precampaña para la nueva siembra. "Desde el norte de Córdoba hasta el sudeste bonaerense hay muy pocas consultas. Fue fría la campaña pasada y la actual está helada", dijo Guillermo Alonso, gerente de semillas de Los Grobo.

Ni siquiera una baja en los precios de las semillas, que de acuerdo a Alonso ronda el 10% según la tecnología y los semilleros, parece hacer remontar las ventas.

"La gente va a tomar estrategias defensivas y de menor riesgo, y ahí el maíz, que tiene mayor costo de semillas y fertilizantes, pierde", opinó Rolf Müller, asesor en Entre Ríos.

En el costo del cultivo también impacta el flete por camión a los puertos. Para un maíz sembrado a más de 500 kilómetros de los puertos, el flete se lleva más del 40% del precio. Julio Calzada, especialista de la Bolsa de Comercio de Rosario, reveló que el flete camionero en la Argentina es 84% más caro que en Estados Unidos y 77% más que en Brasil.

En el cierre del congreso, Ramiro Costa, economista de la Bolsa de Cereales porteña, presentó un trabajo sobre la menor performance de la Argentina desde la campaña 2007/2008 en cuanto al crecimiento de la superficie cosechada (maíz, trigo, girasol y soja) versus otros países. De acuerdo al informe, el país quedó en el puesto 26° sobre 30 en crecimiento del área cosechada.

"Con mejores precios, desde 2008 otros países empezaron a sembrar más, mientras la Argentina, con retenciones y ROE -permisos de exportación-, fue menos competitiva", indicó. Para Costa, de continuar las actuales políticas para el sector, en los próximos diez años la tasa de crecimiento será de un 14%. Pero podría ser 28%, el doble, si se eliminan las retenciones y las trabas comerciales.

Varios frigoríficos suspenden faenas

El Consorcio de Exportadores de Carnes ABC, que nuclea a los principales frigoríficos, informó que las empresas suspendieron faenas y prevén reducir la actividad en los próximos días por la crisis, agravada por la caída de los precios en el mercado internacional, la falta de competitividad por el tipo de cambio real y la baja en subproductos como el cuero. La entidad pidió eliminar las retenciones.