En el sector estiman que el próximo año habrá volumen disponible para cortar las naftas al 10 por ciento, un 3,5 por ciento más que actualmente, que implicará una demanda de 58.000 metros cúbicos mensuales (m3/mes) del carburante orgánico, según las proyecciones que manejan en la Secretaría de Energía, aunque consideran que el proyecto de expansión está condicionado a varios acuerdos entre el gobierno, las petroleras y automotrices.

Técnicos de refinadoras, de terminales automotrices y del Gobierno están terminando de definir la ecuación técnica para aumentar la participación de bioetanol en las naftas que se venden en surtidores. En la actualidad, cada litro de súper o premium contiene entre un 4 y un 6% del biocombustible derivado del maíz. La intención del Ejecutivo es elevar ese porcentaje hasta el 10% para reducir las importaciones de naftas. Pero petroleras y automotrices aún no están del todo convencidas con la iniciativa.

El objetivo del Gobierno es claro: apunta a reemplazar parcialmente la importación de naftas a través de un mayor consumo de bioetanol procesado en el país. En los primeros nueve meses del año, se compraron fuera del país 343.000 m3 de naftas por US$ 286,6 millones, a un promedio de 38.150 m3 por mes, según las proyecciones de Energía. Eso quiere decir que por ese ítem salieron del país US$ 31,8 millones cada 30 días.

Actualmente hay nueve ingenios azucareros que producen bioetanol de caña en nuestro país, radicados en el Noroeste Argentino desde el 2010, año de gran crecimiento para el mercado de los biocombustibles. Además, la plaza local cuenta con tres destilerías a base de cereales, fundamentalmente maíz, y se está planificando la apertura de dos plantas para los primeros meses de 2014, en San Luis y Córdoba, según informó el portal Surtidores.com.

Claudio Molina, Director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno y gran conocedor del negocio, indicó que la capacidad instalada de la industria es de 676.200 m3, lo que permite cortar las naftas en un 6,5 por ciento aproximadamente, pero destaca que apenas ingresando a 2014 llegará a 891.200 m3 anuales.

De este incremento de la producción un 60 por ciento provendrá de nueve ingenios azucareros y un 40 a partir del stock que obtendrán cinco destilerías de cereales. Con estas cifras, Molina asegura que “en pocos años Argentina estará en condiciones de abastecer un programa de corte del 20 por ciento”, muy necesario dado el crecimiento del consumo de combustibles líquidos en las estaciones de servicio.

No obstante este buen momento del rubro, Molina aclara que se presentan algunos condicionamientos coyunturales que obstaculizan la participación en el mercado interno: “todavía no se ha logrado acuerdo entre las compañías petroleras y la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa) sobre el contenido de oxígeno del Bioetanol para implementar E10”. Además, el experto señala que “YPF busca proteger la demanda de MTBE, el oxigenante que ella misma produce para las naftas, que compite con el bioetanol”.  

Las naftas destiladas en la Argentina están cortadas con MTBE, un derivado de sustancias químicas como el metanol y el isobutileno que se utiliza para incrementar el octanaje de los combustibles. El tándem petrolero-automotriz alega que es inviable, desde un punto de vista técnico, inyectar  un 10% de bioetanol en esa mezcla. “Por su alto contenido de oxígeno, naftas con un elevado porcentaje de MTBE y  bioetanol distorsionan el proceso de carburación”, explicaron allegados a la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa).

A nivel mundial, la utilización de MTBE se ha reducido en los últimos años debido a denuncias sobre sus presuntos efectos cancerígenos. “Debemos encontrar un equilibrio en el blending de ambos derivados y otros productos oxigenados. Se debe definir en base a estudios técnicos que están siendo homologados por estos días”, precisó un funcionario a El Inversor Online.