France-Ville encarnaba los ideales higienistas y racionalistas del urbanismo del último cuarto del siglo XIX.

En 1882 el gobernador Dardo Rocha convocó al ingeniero Pedro Benoit para diseñar La Plata. Se inspiraron en France-Ville: calles numeradas y arboladas; manzanas idénticas; cada seis cuadras, una avenida con un carril para el tranvía; plazas en los cruces de avenidas; parques y un bosque gigantesco.

Tal vez Rocha y Benoit ya conocían a Verne cuando definieron el trazado. Los tres pertenecían a la Masonería, que en 1870 realizó un congreso en Buenos Aires, al que concurrió Verne.

En 1889 se celebró en París una Feria Internacional. La Argentina participó con los planos de La Plata. Ganó: premio a la modernidad. Lo recibió Rocha de las manos de Verne.

Las inundaciones de estos días ofrecen un trágico contraste con aquella ciudad. Con aquel país. Son la traición a una utopía.