Javier Blanco
Enviado especial


MADRID.- El ciclo alcista de las materias primas, que tantos beneficios trajo a la economía argentina en los últimos años, comenzó a encontrar sus límites. Lo afirmó ayer José Juan Ruiz, economista jefe del Banco Santander para América latina, en los prolegómenos del X Encuentro que el grupo dueño en la Argentina del Banco Santander-Río realizará hasta el martes para periodistas de toda la región.

Ruiz, que sigue con particular celo estas cotizaciones por el impacto que pudieran tener en las economías en las que el grupo tiene presencia, cree que los precios, en general, enfrentarán un moderado recorrido bajista al cabo de los próximos dos años, motivado tanto por cuestiones financieras (progresivos aunque leves endurecimientos monetarios) como por un mayor equilibrio entre oferta y demanda.

"Hay que entender que los altos precios que hemos visto en los últimos tiempos estimularon la producción en un contexto en el que la demanda ralentizará su crecimiento, lo que hace que vayamos hacia un nuevo equilibrio", vaticinó.

Sin embargo, aclaró que no se trata de un ajuste traumático ya que estima que el retroceso de los precios estaría en torno del 10%, "lo que dejaría las cotizaciones en un 70% por encima del los precios promedio que anteceden al boom", dijo ante una consulta de La Nacion. De corroborarse, el valor de la soja tendría un ajuste cercano a los 50 dólares pero, aún así, la dejaría por encima del nivel de US$ 340/350 la tonelada que testeó en 2010.

Ruiz se declaró orgulloso del ciclo de bonanza que se abrió en toda América latina en los últimos años, en parte porque los ingresos que obtiene el Santander en una región en la que su desembarco fue tan criticado por los inversores internacionales hoy le permiten capear el temporal que enfrentan en los mercados más desarrollados con mejores perspectivas.

Un solo dato es demostrativo al respecto: las operaciones en la región ya significan el 43% de los ingresos del grupo, con Brasil (25%); México (9%) y Chile (5%) como estrellas (la Argentina aporta apenas el 3 por ciento)

Incluso pronosticó altas probabilidades de durabilidad en la medida en que los inversores no caigan en la tentación de relacionar nuevamente el ciclo de suba de tasas que viene en el mundo como el preludio para una nueva crisis en la región. "Habrá que ver como juega en su memoria un dato histórico: en 4 de las últimas 5 ocasiones que el mundo comenzó a subir las tasas América latina sufrió una crisis", recordó. Incluso sorprendió al considerar que Estados Unidos pondrá en marcha su programa de ajuste de tasas en la última parte de este año, cuando el consenso de mercado en Wall Street ya cree que ese ajuste no llegará hasta el año próximo.