Fernando Bertello
LA NACION
Con el objetivo de avanzar hacia un mecanismo de reconocimiento de la propiedad intelectual y el pago de regalías que permita la llegada de una nueva soja transgénica al país, empresas de la industria semillera impulsan un entendimiento privado con los productores. Se trata de una carta acuerdo en la que los productores que la firman expresan su voluntad de que la Argentina tenga las sojas RR2Y y/o RR2YBt, propiedad de la multinacional Monsanto, y también aceptan pagar una regalía en caso de utilizarlas.
Las sojas RR2Y y, en especial, la RR2YBt, forman parte de una nueva generación de eventos biotecnológicos desarrollados por Monsanto para América latina. Hasta ahora, la soja que se usa en el país es sólo resistente al herbicida glifosato. La nueva soja RR2YBt, además de tener un nuevo gen RR2Y con más rinde, le agrega al cultivo resistencia a insectos que afectan a la oleaginosa en países como Brasil y la Argentina.
En Brasil, la multinacional Monsanto y la industria cerraron un acuerdo para
el cobro de regalías y la nueva soja allí se sembrará en 2012. Por el contrario,
en la Argentina aún no hay un sistema para que eso sea factible. Por eso, aquí
se busca acelerar el paso. De hecho, ante la imposibilidad de cobrar regalías
por la actual tecnología en soja liberada en 1996, y en medio de un fuerte
crecimiento de la semilla ilegal, Monsanto discontinuó en 2004 su programa de
soja en el país. Acto seguido, inició juicios (hoy levantados) en Europa para
intentar cobrar de los importadores cuando arribaran los barcos.
Esa soja, aún no disponible para la Argentina, se pudo ver en la última edición
de Expoagro en los stands de Nidera, Don Mario y Sursem, exhibidas, por
cuestiones regulatorias, en jaulas de vidrio. Esas empresas quieren poder
trabajar con la nueva tecnología de Monsanto. En Expoagro hubo productores que
firmaron esa carta, que se parece a una acta acuerdo de los productores con
Monsanto.
La carta acuerdo dice en el inciso IV del tercer punto que el productor acuerda pagar regalías y contempla tres alternativas: pagarlas en el momento de compra de la bolsa de semilla de soja certificada o en el momento de la declaración y siembra de semilla para uso propio, o en el momento de entrega de esos granos al exportador o elevador participante del sistema. No se especifica cuánto podría ser el monto de la regalía.
Hasta el momento, esa carta fue firmada en su mayoría por productores del Norte. "Ya lo hicieron productores que representan más del 60% de la soja en el NEA y el NOA", expresaron en una empresa. El objetivo es contar con más adhesiones en otras zonas para intentar demostrar que hay una cantidad importante de productores que está de acuerdo en que llegue la nueva tecnología. La iniciativa de la carta cuenta con el aval de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), que agrupa a la industria.
Controles
En la carta también se establece que sólo quienes hayan optado por participar del sistema y lo cumplan podrán sembrar la nueva soja y venderla, por ejemplo, a exportadores que también estén dentro de este mecanismo.
Los incisos IV y V del punto 4 se refieren, de algún modo, a cómo se controlará que una soja tenga o no la nueva tecnología. "Los exportadores y/o elevadores participantes del sistema evaluarán la presencia de tecnologías RR2Y y/o RR2YBt en el grano que reciban", precisa el inciso IV°.
El inciso V agrega, en tanto, que la misma Monsanto podrá evaluar la presencia de esas tecnologías en los campos del productor, mediante inspección y toma de muestra.
Si bien esto último puede parecer polémico, para una fuente de la industria de ninguna manera significa que pueda entrar al campo. Otro fragmento del acuerdo ya habla, en su punto 3, inciso VI, de que el productor acuerda georreferenciar los lotes, junto con Monsanto, durante la siembra que contiene las nuevas tecnologías.
PASO A PASO
Suspensión . En medio de un fuerte crecimiento del mercado ilegal de semillas y ante las dificultades para cobrar regalías por su primera tecnología transgénica en soja, en 2004 la multinacional Monsanto discontinuó su programa de la oleaginosa en el país.
Estrategia. Monsanto quiso tratar de avanzar con juicios en Europa ante embarques que llegaban con subproductos de la oleaginosa argentina. El secretario de Agricultura de entonces, Miguel Campos, llegó a calificar de "vergüenza nacional" a la compañía. El año pasado, la multinacional retiró juicios que había entablado en el Viejo Continente.
Acuerdo. Ahora, la estrategia de la industria semillera en general es lograr un acuerdo que permita la llegada de nuevas tecnologías al campo argentino. En el caso de la soja, la nueva tecnología va a estar disponible en Brasil el próximo año. Para acelerar un acuerdo, la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) mantuvo diversas reuniones con entidades el último año y ahora algunas empresas del sector impulsan una carta en la que, con su firma, los productores avalan el pago de regalías para que llegue la nueva soja.


