Coordinados por Gustavo Grobocopatel, CEO Los Grobo, directivo de INDEAR y de Bioceres S.A., los especialistas, Patricia Miranda Jefa del Laboratorio Molecular Farming INDEAR, Martín Vázquez Líder de Plataforma de Genómica de INDEAR, y Federico Trucco Gerente Gral. INDEAR
En la última jornada del XVIII Congreso Aapresid, “El cuarto elemento” -que se desarrolla en el Salón Metropolitano de Rosario con más 2500 personas-, se llevó a cabo el seminario sobre Biotecnología en donde los principales referentes de distintos emprendimientos ligados a la materia, abordaron la situación y las pocas inversiones en nuestro país. “La biotecnología es el driver del futuro de los alimentos y de la bioenergía”
Según manifestó el líder del grupo Los Grobo, Gustavo Grobocopatel, “la Argentina es uno de los países más importantes del mundo en producción agropecuaria. Nuestro país se encuentra anclado en la región del planeta con mayores posibilidades de crecimiento en torno a los agro-negocios”, explicó. Por ese motivo, aseguró que el sector agropecuario Argentino tiene una fuerte cultura innovadora, y en el campo de la agro-biotecnología, fue “el mayor adoptante de las primeras tecnologías disponibles”.
En ese sentido, recordó que en el año 1996 se marcó un antes y un después en el sector, liberándose en nuestro país el primer evento genéticamente modificado de soja, casi en simultáneo con la inauguración de esta tecnología en EEUU. A partir de este hito, -continuó- el cultivo de soja, de incipiente importancia en nuestro comercio exterior de aquellos años, pasa a ser uno de los principales generadores de divisas. Ese fue el comienzo.
En cuanto a la coyuntura actual, para Grobocopatel, sin embargo, aún “no hay suficiente inversión privada” el desafío posterior a esta segunda revolución productiva, radicará en “convertirnos en desarrolladores de este tipo de tecnologías, ampliando de esta forma nuestra participación sobre los beneficios alcanzados. Argentina ha sido un fuerte adoptante de biotecnología agropecuaria. Sin embargo, nuestra participación en la investigación y el desarrollo vinculados a estas soluciones ha sido escasa”, destacó.
Para el ingeniero de Los Grobo, el mayor desafío será poder participar de las
etapas de mayor retribución en el marco de la “sociedad del conocimiento” y ser
competitivos en el desarrollo de soluciones tecnológicas modernas, y “será
indispensable la organización en redes”, explicó.
Grobocopatel presentó a cada uno de los investigadores y mencionó el enorme
potencial en materia de agro-biotecnología en el país.
Patricia Miranda Jefa del Laboratorio Molecular Farming de INDEAR se refirió a la investigación que tienen en marcha. La producción de bio-moléculas mediante la utilización de organismos vegetales genéticamente modificados. En esa área, se concentran en tecnologías para la producción a bajo costo de enzimas industriales. “Nuestro primer proyecto de Molecular Farming involucra la producción de quimosina bovina en semillas de cártamo genéticamente modificadas”, relató.
“La quimosina es una enzima de amplia utilización en la industria láctea, para la coagulación de la leche en la producción de quesos. Tradicionalmente, esta enzima se obtenía de estómagos de terneros. En la actualidad, la enzima se produce en fermentadores de hongos o bacterias”, explicaron para detallar el avance de la investigación en laboratorio. En detalle, -explicaron que- “la producción de esta enzima en plantas acarrea varios beneficios por sobre los sistemas actuales, derivando en un producto altamente competitivo (bajo costo) y de escala global.
Esta tecnología fue desarrollada entre INDEAR y la firma canadiense Sembiosys Genetics Inc., constituyendo un primer ejemplo para la empresa de interacción B2B en el desarrollo de un producto.


