El Ing. Agr. Carlos Grosso, de VMV, habló de las estrategias para reducir efectos de la enfermedad para la próxima campaña: presupuestar tres aplicaciones, mezclar triaizoles con carbendazim; y apostar a mayor tecnología, que es lo que servirá para el monitoreo
En la última ponencia de la tarde del Simposio Nacional Mancha Ojo de Rana (MOR), que se desarrolla en la Bolsa de Comercio de Rosario y a sala repleta, el ingeniero agrónomo de Siembras VMV, Carlos Grosso, disertó sobre la experiencia de las dos zonas de la Pampa Húmeda, que analizaron con su grupo de trabajo. El centro oeste de Santa Fe, y el centro oeste de Córdoba, con periódicos monitoreos en 267 lotes (unas 14 mil has), de soja en noviembre de 2009. Un caso que se podría haber llevado el 80 por ciento de la producción. Y sin embargo, Grosso se preguntó: “¿Qué nos permitió salir ilesos?
En primer término, mencionó la detección de la presencia de la enfermedad, luego la información de monitoreo, y –por último- la articulación de la red de conocimiento.
El ingeniero de VMV relató su experiencia y destacó que “si existe la convicción de comprender el verdadero potencial de la MOR, es relativamente simple el control”. Pero, además mencionó que el monitoreo genera información indispensable, aunque no suficiente; y que el conocimiento especializado agrega eficiencia y mayor rentabilidad.
Para la próxima campaña, Grosso sostiene que la MOR aparecerá “muy temprano”.
Sin embargo –explicó- que la manera de morigerar sus efectos deberán ser los siguientes: “presupuestar tres aplicaciones, mezclar triaizoles con carbendazim; y apostar a mayor tecnología, que es lo que servirá para el monitoreo, dijo para finalizar.


