A comienzos de 2003, cuando Néstor Kirchner fue 2da. minoría pero se quedó con el Poder Ejecutivo Nacional, muchos argentinos no comprendían cómo es que había perdido en Río Gallegos, la ciudad que gobernó como intendente municipal y desde donde, luego, fue el jefe provincial indiscutido.
A fines de 2009, la respuesta es obvia: Porque lo conocían.
La mayoría de las estratagemas que los Kirchner ejecutan o intentan hacerlo desde la Quinta de Olivos, ya las cometieron en Santa Cruz. Por eso no podrían ganar hoy día una elección en su ex feudo. Por eso no podrían ganar hoy día una elección nacional.
¿Y qué harán, entonces, los Kirchner, considerando que el mandato presidencial de Cristina de Kirchner concluye en 2011?
Es difícil aceptar que permanecerán pasivos, aceptando, por ejemplo, la probabilidad de marchar presos, como resultado de alguna de las muchas causas judiciales que se acumulan contra los resultados de su abuso de poder.
La pregunta inquieta al acercarse un año 2010 que será de transición entre lo que fue (2003-2007, los días de esplendor del kirchnerismo), y lo que vendrá (2011, el poskirchnerismo o cambios más profundos).
En verdad, la transición comenzó en 2008, con el escándalo valijero de Guido Alejandro Antonini Wilson y se profundizó con el grave error político kirchnerista de insistir con la resolución administrativa 125.
Desde entonces, los Kirchner descienden. No pudo expresarse en el Legislativo porque la integración de ambas cámaras reflejó, hasta el 10/12, los resultados electorales de 2003 y 2007.
Pero aún cuando en el futuro próximo los opositores legislativos tengan graves dificultades para alcanzar acuerdos, hay temas que los unifican y entonces los Kirchner quedan al desnudo.
Considerando que la actual integración legislativa será inamovible para el período 10/12/2009 a 10/12/2011, la adversidad se encuentra asegurada, aún cuando los Kirchner consigan, por momentos, sumar más legisladores, o provocar discrepancias entre sus adversarios de lo más variopinto.
Hay 2 factores de unificación de posiciones entre los opositores:
> los medios de comunicación (los multimedios, críticos por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual; y la prensa independiente como Urgente24, por convicciones que se remontan al inicio de esta web cuando los Kirchner aún se limitaban a Santa Cruz); y
> la inflación (con el descuido ideológico por esa variable, el descontento creciente de la población se encuentra asegurado. Resulta como un plazo fijo con la Reserva Federal estadounidense. La mayoría de la población se encuentra muy preocupado por el deslizamiento de los precios, que será mayor en 2010, pero los Kirchner han perdido contacto con la realidad y por eso no comprenden la gravedad de lo que les ocurre a quienes pretenden pedirles su sufragio en 2011).
En este contexto sucede la creciente confrontación con el Poder Judicial.
Las diferencias entre el Ejecutivo y el Poder Judicial han comenzado hace algún tiempo, y se manifestaron acerca de la competencia y el control del Consejo de la Magistratura de la Nación, que los Kirchner pretendían fuese la instancia de sodomización de jueces.
Luego todo el diferendo judicial hay que ubicarlo en un contexto político diferente.
Cuando Juan José Galeano no aceptó cerrar la causa por enriquecimiento ilícito presunto de los Kirchner, en el marco de los fondos de Santa Cruz en el exterior, en aquellos días de apogeo del matrimonio, fue expulsado y humillado con el argumento de mal desempeño en la investigación del caso Amia.
Hoy día no le resultará fácil al juez Norberto Oyarbide cerrar la nueva causa por posible enriquecimiento ilícito de los Kirchner, que deviene de la declaración jurada sobre su patrimonio en 2008.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación con la que los Kirchner amenazan colisionar fue reorganizada por el propio matrimonio, que promovió la expulsión de la mayoría de sus integrantes y la designación de algunos reemplazos (siempre quedaron 2 vacantes respecto de los 9 de antes).
Pero mucho antes que la Corte Suprema hubo algunas cámaras de apelación que los Kirchner comenzaron a padecer hace algún tiempo.
Para que el capítulo judicial detone solamente hace falta que los fiscales cumplan con su trabajo. Hasta ahora ha sido notable el desempeño de Esteban Righi, jefe de los fiscales, para silenciar, disciplinar, mutilar a sus subordinados.
Ha sido vergonzosa la labor de los fiscales pero con el ocaso kirchnerista, sin duda eso cambiará.
“Es de recordar que las decisiones de los jueces son susceptibles de crítica, y atacables mediante todos los recursos admisibles, pero no pueden ser desobedecidas desde los otros poderes del Estado”, advirtió el juez Ricardo Recondo, presidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, durante la cena de fin de año de la entidad, en relación con las denuncias efectuadas por magistrados luego de que funcionarios desconocieran órdenes judiciales.
Recondo agreg: “Pretender lo contrario es institucionalmente gravísimo, en tanto importa violar flagrantemente la división de poderes y la Constitución Nacional, cuyo intérprete en el ámbito nacional son –únicamente- la Corte Suprema de Justicia y los tribunales inferiores de la Nación”.
El juez dijo que “tanto los magistrados del Poder Judicial, como cualquier otro funcionario público –dicho esto en sentido bien amplio-asumimos la obligación de hacer cumplir la Constitución Nacional. Pero sólo a los jueces se nos escudriña escrupulosamente, mediante un perfectible proceso de selección y designación, acerca de nuestro conocimiento de aquello que juramos hacer cumplir”.
Cristina de Kirchner dijo en Santa Rosa, La Pampa: "La Justicia debe ser independientes del poder político, pero también debe ser independiente del poder económico. Muchas veces leemos rimbombantes palabras, grandes arengas acerca de que los jueces deben tener independencia de los poderes políticos de turno, y es correcto, pero también deben tener, y hoy más que nunca, independencia de los poderes económicos, que nunca son circunstanciales, que son permanentes y a los que nadie los vota nunca".
Ella agregó: "Es importante reafirmar este verdadero rol de la Justicia, porque son precisamente los más vulnerables, los trabajadores, los pequeños, los que normalmente carecen de poder de lobby para obtener medidas políticas, legislación o sentencias. Es allí donde el rol de la Justicia adquiere su verdadera dimensión y condición humana, cuando vela por los que menos tienen".
La agenda que sube desde las cámaras de apelación hacia la Corte Suprema es muy complicada para el Ejecutivo Nacional, comenzando por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Y el Ejecutivo ya no cuenta con el número legislativo necesario para remover a los integrantes de esta Corte Suprema (además de que demostró ser muy mal pagador para con quienes lo ayudaron a remover la anterior, comenzando por el tucumano Ricardo Falú).
Por todo eso el horizonte es de conflicto de poderes. Y de denuncia de alguna conspiración de parte de los Kirchner. ¿Qué intentarán justificar en el interín? Abundan las especulaciones.
